Lalo Tenorio Humorista «Es complicado encontrar el tono entre simple y pretencioso»
El joven velillense, que ha saltado a la fama como monologuista, actuará ante sus vecinos con un espectaculo especial y junto a un amigo
JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA
Lalo Tenorio es un joven que el próximo mes cumplirá 20 años y que, aunque nació en Madrid, está muy vinculado al municipio velillense, donde ha pasado la mayor parte de sus veranos y una gran cantidad de fines de semana. Tras estudiar el bachillerato de artes en Palencia y Guión de cine y TV en Madrid, ahora trabaja en Comedy Central, donde participa en “Youtubers” un programa conducido por Angie y ya ha grabado su primer monólogo para televisión.
¿Cómo fueron sus comienzos en la comedia?
La primera vez que me subí a un escenario fue con 15 años en un concurso en Medina de Rioseco. Me apunté porque lo anunciaron en un periódico, aunque no tenía intención de dedicarme a ello, pero me gustaba. Coincidí con unos cuantos compañeros que me animaron a seguir. Actué poco, pero de vez en cuando conseguía alguna actuación.
Y de ahí… ¿a Comedy Central?
Eso fue más tarde. La cuarta o quinta actuación la grabó mi hermana con el móvil en Valladolid y lo subió a las redes sociales. Acababa de cumplir 16 años y le gustó mucho a Gustavo Biosca, el cómico suicida. Lo compartió y lo pudieron ver responsables de Paramount, pero era demasiado pequeño para poder grabar con ellos, pero fue un primer contacto. Todo esto fue en enero de 2013 y en diciembre tuve una actuación, ya con 17, y estaba los coordinadores de guión de Comedy Central y ya me dijeron que, en cuanto cumpliese los 18 íbamos a tener conversaciones para grabar.
Y finalmente llegó…
En cuanto cumplí 18 empezamos a enviarnos emails, me dieron pautas y apreciaciones con respecto a mi forma de actuar y de escribir, me dieron actuaciones y me fueron guiando. Te asignan un coordinador de guión y es quien te guía durante tu comienzo.
¿Tiene algún referente?
Al principio me gustaban mucho los que había visto, sobre todo los de Valladolid, Vaquero, Nacho García, Goyo Jiménez…., porque eran los que conocía. Luego fui viendo más y, aunque me siguen gustando y los aprecio mucho, me pasé a lo más raro, como Ignatius o Biosca. Pero me gustó también la comedia extranjera y aprendo mucho de ellos.
Su humor es más de pensar…
Es lo que intento. Suena pretencioso por mi parte. Si intentas ser más profundo de lo que se debe, acabas pecando de pretencioso y de superioridad, aunque no es que vaya de eso. Es complicado encontrar el tono, porque puedes pecar de simple o de pretencioso.
Pero imagino que sea mucho más fácil hacer reír con tonterías y chistes fáciles
Es una de mis mayores preocupaciones. El que el público se quede parado puede pasar sobre todo cuando la gente espera un monólogo de los que ve por la tele, por eso intento hacer sencillo lo que digo. Hay sitios en los que la gente sabe a lo que va, y allí improviso mucho y se nota la diferencia.
¿Qué supone actuar en Velilla?
Me angustia un poco, pero me hace ilusión. Por un lado tengo mucho que perder porque igual me sale una actuación muy mala. La comedia es muy variable y haciéndolo igual en dos sitios, puede variar mucho el resultado. Si sale mal sería un palo para mi, pero tengo mucha ilusión y eso creo que lo van a ver.
Allí actuará en el espectáculo “Monologueando” con Kodro “el rápido”. ¿Qué opina?
Le conozco desde que empecé hace cuatro años. Hemos actuado juntos varias veces. Le presenté en Agudín hace varios años y lo mío fue un fracaso mientras que lo suyo fue muy bien. Me gusta pensar que si sale mal, alguien va a salvar la actuación, pero si nos sale bien a los dos, estupendo.
En sus monólogos se mete con la política, la monarquía… ¿no le han dado un toque?
Aunque hables de la forma más simple, siempre tienes a alguien que no le gusta. Los cómicos que nos metemos en opinión es jodido, porque no estás detrás de un personaje, es tu opinión. Un día, profundizando sobre ISIS, un musulmán me preguntó por qué hablaba del tema y tuvimos una conversación en la que le tuve que demostrar que sabía de lo que hablaba.