El portugués Paulo Martinho regresa a la Montaña Palentina para exhibir sus acrobacias
JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA
Seis años después de su paso por Guardo, donde participó en el espectáculo acrobático preparado por el Motoclub Villa de Guardo con motivo de la concentración motera de Lechazos, el acróbata portugués Paulo Martinho regresó a la Montaña Palentina con motivo de las fiestas patronales de Velilla del Río Carrión.
Centenares de espectadores se agolpaban en la calle conocida como M-30 de Velilla, para presenciar el espectáculo del portugués, que comenzó arrancando una de sus motos y haciéndola derrapar a pocos centímetros del muro en el que se encontraban decenas de espectadores y del bordillo que limitaba la acera de la calle, lo que provocó cierto temor entre algunos de los asistentes y admiración en el resto.
Tras asombrar al público haciendo acrobacias con las motos, Martinho se montó en un quad, con el que hizo numerosas piruetas. En este momento, se produjo una de las anécdotas de las anécdotas de la jornada, al acercarse el acróbata a la Guardia Civil, y les dijo a los agentes “esto que hago, en Portugal lleva una multa de 120 Euros”. Los agentes contestaron que en España son 300 Euros, suscitando una sonrisa. Precisamente, los agentes estuvieron pendiente en todo momento de la seguridad del público y alertaron al acróbata y a su ayudante de un trozo de asfalto que se había levantado.
El portugués sacó también a escena una moto con una modificación, una estructura que le hacía girar sobre si mismo tras un frenazo y un caballito. Además, también sacó un Kart Cross. Un sonoro aplauso despidió la actuación de Paulo Martinho.