Velilla del Rio Carrión despide unas fiestas multitudinarias
JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA
Las fiestas patronales de Nuestra Señora de Areños y San Roque de Velilla del Río Carrión han contado este año con una afluencia extraordinaria ya que, a la programación del ayuntamiento, hay que sumarle las ganas de fiesta tras la pandemia, el puente que ha coincidido este año y, además, el buen tiempo que ha reinado en la localidad.
Tras el éxito de actos como la Regata Internacional del Carrión o el concierto de La Fuga, no hay que menospreciar el de los tradicionales cabezudos que, con sus escobas y gigantes cabezas, han corrido detrás de los niños (y no tan niños) por las calles del pueblo, al son de la charanga, animando desde primera hora de la mañana y recordando a los menos madrugadores que Velilla seguía de fiesta.
En la tarde de Nuestra Señora, la Reana fue, tras varias décadas sin acoger actos de esta festividad, nuevamente escenario de la becerrada con vaquillas que la localidad había dejado de traer hace más de veinte años.
En la plaza de toros instalada en la reana, jóvenes recortadores de la empresa fueron los encargados de dar los primeros pases a tres vaquillas, a las que también hicieron varios recortes, dando espectáculo a los allí congregados.
La anécdota de la tarde la produjo una pequeña vaquilla que, sin apenas dificultad, se colaba por los burladeros, haciendo saltar al ruedo a las personas y recorriendo el callejón hasta en dos ocasiones.
La cuarta vaquilla de la tarde fue para los muchachos del pueblo, que no dudaron el saltar a la arena, incluso algunos para saltarla o recortarla y bajo la atenta supervisión del empresario y los recortadores, que estuvieron l quite y evitaron cualquier percance.
Aunque se prepararon dos ambulancias de manera preventiva, no se produjo ningún incidente y la tarde continuó de manera agradable.
El monologuista José Boto cerró la jornada y, tras su espectáculo, la Orquesta Radar llenó la Plaza Mayor de la localidad. La jornada de San Roque estuvo marcada por un carácter más infantil y juvenil, cerrando las fiestas un tributo a Estopa.