Guardo

La iglesia parroquial de Guardo invierte 11.000 euros en cambiar las campanas

Dentro de la intervención en el campanario se ha modificado el sistema de activación y el cableado que llega hasta la zona más alta de la iglesia

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

En la Iglesia parroquial de Santa Bárbara de Guardo vuelven a sonar los repiques gracias a la intervención que se ha acometido en su campanario después de que el Consejo Parroquial aprobase una fuerte inversión en la modificación del sistema de las campanas.

Con los anteriores párrocos, el consejo parroquial ya decidió que una iglesia con un campanario como el de Santa Bárbara no podía estar inoperativo a pesar de contar con varias campanas, debido a que el mecanismo estuviese dañado. Por ello, con el consenso de toda la Parroquia se decidió acometer la inversión de la renovación, que sería encargada a la empresa saldañesa “Campanas Quintana”, que acudió hasta la localidad para evaluar las posibilidades de modernización de este sistema de campanas.

Lo primero que se realizó en julio fue la retirada de las campanas, ya que el yugo que tenían era de metal, lo que provoca que el sonido sea muy metálico “muy parecido a la hojalata”, explicaba Emilio Sánchez, miembro del Consejo Parroquial y encargado de las cuentas de la Parroquia. La primera intervención que se realizó fue, por tanto, cambiar el yugo de metal por uno de madera.

Parte de la intervención también consistía en sustituir las vigas metálicas del campanario, adecuadas al peso de las campanas, por unas más resistentes, que aguantasen también los motores que se instalarían para automatizar el campanario.

Dentro de esta modernización del campanario también se ha cambiado todo el sistema de activación y el cableado que llegan hasta la zona más alta de la Iglesia. Todo el cableado nuevo que se ha instalado llega hasta una controladora que permite automatizar los toques antes de cada misa y con diferentes melodías.

Además, como llevar a la sacristía esta controladora era una intervención cara y complicada de ejecutar, desde Campanas Quintana se ofreció la solución de incorporar a la instalación un mando a distancia que activase las campanas. Finalmente, las campanas se han vuelto a instalar y ya están sonando tres veces antes de cada servicio religioso, media hora, quince minutos y un par de minutos antes del comienzo.

Esta intervención en la iglesia de Guardo ha tenido un coste cercano a los 11.000 Euros que serán sufragados íntegramente por los fondos de la Parroquia de Guardo, gracias a los ingresos en gran parte provenientes de los feligreses.

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