Guardo se rinde a las tradiciones por San Antonio
Víctor Janeiro cortó tres orejas en el pueblo de sus suegros y Óscar Higares solo una en la lidia del domingo
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Si hay actos tradicionales en Guardo por San Antonio son la misa y el concierto de la Banda de Música de la localidad, que siempre se celebran el día de la festividad del patrón, el 13 de junio. Así, la jornada comenzaba con los actos religiosos, en el templo más antiguo, la Iglesia de San Juan. La eucaristía fue concelebrada por cuatro sacerdotes, aunque la presidió el párroco de San Salvador de Cantamuda, invitado por la parroquia de Guardo.
Los fieles, que abarrotaron el templo, escucharon el sermón el que Abel repasó la historia, anécdotas y vivencias del patrón de la localidad. A la celebración religiosa asistieron también representantes de las instituciones civiles y militares.
En la misa actuó el Grupo de Coros y Danzas de Guardo, así como la Coral Boardo de AMGu, que cantó toda la misa. Concluyó el acto con el Himno a Guardo, que recibió un sonoro aplauso por parte de los asistentes. A la salida, el grupo de Coros y Danzas deleitó a los asistentes con varios bailes tradicionales, interpretados por los grupos de todas las edades
Para finalizar la mañana, el público se desplazó hasta la carpa de la plaza de la Constitución, donde la Banda de Música de AMGu para interpretar el tradicional concierto de San Antonio, uno de los que más emocionan a los guardenses al escuchar a su prodigiosa banda.
Entre las piezas que interpretaron, bajo la batuta de Isabel Vélez, estuvo ‘Viva la vida’, de Coldplay; ‘Carrascosa’, ‘Ganando barlovento’, ‘Capote de grana y oro’, ‘La puerta grande’, ‘La Zarzuela’, ‘Nerva’, ‘Francisco alegre’ y ‘España Cañí’. Entre el público estuvieron también los representantes municipales de Guardo y de ayuntamientos de la zona, junto a la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén.
Guardo vivió el día grande de San Antonio después de un animado domingo, en el que se vivió una tarde de toros y teatro, música con orquesta y concierto, para terminar con el toro de fuego.
En la plaza de toros portátil, Óscar Higares y Víctor Janeiro lidiaron cuatro novillos de la ganadería de los Bayones (Salamanca). El público esperó a los matadores y les recibió con aplausos, y Víctor Janeiro declaró a El Norte de Castilla que se sentía bien en Guardo. «Conozco el pueblo, porque mis suegros son de aquí. Tenemos una vinculación muy grande. Es un pueblo maravilloso y muy bonito», afirmó. El torero está casado con Beatriz Trapote, cuya familia es natural de Guardo.
Acerca de su faena, indicó que «siempre nos esmeramos. Cada tarde que uno se viste de torero quiere darlo todo, triunfar y que la gente se lo pase bien. Los toros te tienen que ayudar, pero lo importante es que la gente se lo pase bien».
Así, el primer toro de la tarde, que lidió Óscar Higares, fue noble, pero con poca fuerza. El diestro estuvo digno, pero falló a la hora de entrar a matar y concluyó la faena tras dos pinchazos y una estocada, aunque no logró ni petición de oreja.
Dos caídas de la mulilla
En este toro también hubo un fallo en el arrastre, ya que la mulilla no podía con el toro y se cayó en dos ocasiones al suelo, una en el ruedo y otra en la salida de arrastre.
El segundo novillo se portó mejor. Víctor Janeiro, toreó bien, con ganas, en una faena larga, pero erró a la hora de matar. Primero dio un bajonazo y después mató con estocada baja, aunque el público le pidió una oreja que fue concedida.
Higares volvió al ruedo para el tercero de la tarde, un novillo muy bravo, que humilló muy poco, pero que fue bien toreado. La estocada fue buena, pero falló con la puntilla, dando muerte al toro a la tercera, una faena con la que logró una oreja.
El cuarto fue bravo y noble, y Janeiro logró dos orejas. El gaditano se entregó, quiso hacer una buena faena, larga, y que dedicó a la familia de Guardo, que fue a verle. Se encontró a gusto, con un toro que se prestó a ello. El de Ubrique tuvo mala suerte a la hora de matar, al moverse el toro, causándole daño al dar una estocada casi en el aire. La siguiente fue buena, aunque concluyó con el descabello.
La tarde continuó con teatro, con la obra ‘La Casa de Bernarda Alba’, que representaron los alumnos de teatro de la Escuela de Música, Danza, Teatro y Artes Plásticas de la localidad, que llenaron el aforo. La magistral interpretación fue muy aplaudida por el público, que esperó una nueva salida de los actores para felicitarles personalmente.