El irresistible encanto de los monstruos
La Escuela de Música ofreció a los guardenses un espeluznante espectáculo de circo y un desfile de miedo
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Después del terrorífico ‘Psyco Circus’, que horrorizó a todos los espectadores en la Escuela de Música la noche del viernes, en la que los payasos del ‘Circo Metus’ que fueron asesinados en el año 1974, buscaron venganza, llegó la invasión de las calles de la localidad la tarde del sábado. La Escuela de Música tuvo que hacer 220 pases del Circo del Terror, de unos ocho minutos de duración en reducidos grupos de entre cinco y seis personas, que lo pasaron realmente mal con las experiencias a las que les llevaron los nueve actores que pusieron en escena la terrorífica representación.
A través de largos pasillos y mediante juegos de luces y sonidos se trasladó a los espectadores a una carpa de circo, donde se presenciaba un asesinato en directo. Aún así, después de pasarlo realmente mal en ese circo del terror, los guardenses se echaron a la calle para ver la invasión de monstruos y figuras terroríficas en una noche de todos los santos monstruosa.
El desfile que comenzó junto a la oficina de Correos con un grupo de pequeños demonios acompañados de uno gigante, que parecía que les enseñaba a hacer las maldades propias de su condición. Tampoco faltó una enorme araña morada, con los ojos iluminados, al igual que el resto de los monstruos.
Zombies con ritmo
Tras ellos, pequeños arlequines bailaban junto a su profesora, justo delante de un grupo de zombies que, también se movía a ritmo de funky, rodeados de centenares de personas que acudieron a la localidad a presenciar el espectáculo, animados por el buen tiempo de una noche casi veraniega.
Un carro lleno de calabazas y acompañado por dos calabazas gigantes, precedía a un enorme esqueleto rodeado de pequeños esqueletos. Tras ellos, una majestuosa calesa repleta de telarañas. Mickey y Minnie Mouse despedían la comitiva, que estuvo seguida de cerca por decenas de niños deseosos de aproximarse a sus admirados personajes de Disney.
Música, baile y terror que no dejaron indiferentes a nadie en un preludio de la terrorífica noche que vendría después con el concurso internacional ‘Terroríficamente Cortos’ del que Guardo fue sede, junto con la capital palentina.