GuardoSantibañez de la Peña

De complemento, el paraguas

Grupo de ratoncitas bajo el paraguas

Los personajes de Alicia en el país de las maravillas

Los entibadores y otros oficios tradicionales, en el desfile

Niños vestidos de bebés muestran su alegría en Guardo

Niños de Santibañez, en el desfile del viernes

La participación en los grupos disfrazados se resienten por la lluvia, que hizo que toda la fiesta se concentrase en la carpa

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO / SANTIBAÑEZ DE LA PEÑA

Los participantes en el carnaval de Guardo llevaron en el desfile de ayer un complemento ineludible, que fue el paraguas. La nieve apareció por la mañana en la villa, pero al final dejó paso al agua.

El lugar de encuentro se trasladó a los soportales del Paseo del Ayuntamiento, para que los grupos pudieran estar a cubierto, ya que había disfraces que podían estropearse con la lluvia.

A pesar del mal tiempo, los guardenses se animaron a salir a la calle, aunque se notaba que los grupos eran menos numerosos que en los años anteriores.

Dieciseis grupos entre colegios, grupos consolidados, asociaciones y colectivos, a los que se sumaron otros grupos independientes participaron en el desfile.

Grupos de egipcios como el de Vegarredonda, vacas como las de la Fundación Personas o “La alegría de la huerta” de las Rozas, eran los grupos de escolares que participaron, si bien se echó en falta al del colegio Amor de Dios, que siempre participaba en este desfile.

También salió a la calle una tribu que realizó sus rituales durante todo el desfile, los campesinos del Centro de Día de Personas Mayores y, como ya es habitual, no faltó la presencia de las Amas de Casa que sorprendieron con su colorido vestido de época.

Los que resultaron muy llamativos fueron los personajes de Alicia en el País de las Maravillas, que sacaron la mesa con todos sus complementos, tazas, café y cucharillas de té, que tuvieron que tapar con un plástico para sortear a la lluvia.

Y sin duda, las estrellas del desfile fueron el grupo de entibadores, que representaron los oficios más tradicionales, como el de afilador, lechero, hojalatero y vinatero, con un cartel que versaba “a esto tendremos que volver si queremos comer”.

La fiesta terminó en la carpa de la Plaza de la Constitución, donde hubo reparto de chocolate y discoteca móvil.

Por Santibáñez, el carnaval pasó volando, ya que el frío del viernes hizo que el desfile fuera de los más rápidos de los últimos años. Puntual, salía del colegio Virgen del Brezo el conjunto de grupos que salieron a desfilar.

Budistas, Pikachus y muchos más, dieron una pequeña vuelta por las calles, haciendo el desfile en el interior del polideportivo.

El Ayuntamiento quiso trasladar la festividad al viernes próximo, como ya sucediera el año pasado, aunque la Asociación de Madres y Padres decidió mantenerlo este viernes. En cuanto al concurso de disfraces, quedó en primer lugar el grupo de budistas, segundas unas ratitas y en tercer lugar un grupo de personajes medievales. El premio individual se lo llevó una fresita y el premio especial, el Colegio, por su temática japonesa.

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