Un siglo de recuerdos
Amancia Herrero celebra sus cien años de vida rodeada del cariño y la atención de sus descendientes
«Ni me acuerdo ya». Eso es lo que contesta la centenaria Amancia Herrero cuando se le pregunta por todas las cosas que ha vivido en sus cien años de existencia. Un siglo de sacrificios, de trabajo y de esfuerzo por sacar adelante a sus nueve hijos -dos mujeres y siete varones- que se han encargado de aumentar aún más la familia.
Diecisiete nietos y tres biznietos es el legado familiar que le han dado sus hijos e hijas, que no quisieron faltar el sábado a su cumpleaños. El mal tiempo impidió a algunos viajar hasta la localidad norteña, por lo que la gran celebración ha sido pospuesta hasta que la meteorología lo permita.
La vida de Amancia Herrero no ha sido fácil. A los 8 años se quedó huérfana de padre y tuvo que ayudar en su casa, obligaciones que le impidieron asistir a la escuela. «Se vive mejor ahora, ya que antes había mucha pobreza», explica la centenaria. «Son mejores estos tiempos, aunque ahora haya que trabajar mucho», añade convencida al recordar su niñez.
Un amor inmortal
Aunque nació en Cornoncillo, Amancia Herrero ha recorrido buena parte de la geografía palentina. Pronto marchó a Buenavista de Valdavia, donde conoció a su marido, Desiderio, a quien recuerda con cariño y nostalgia. «El peor momento de mi vida llegó cuando murió mi marido, una persona muy grande», relata emocionada Amancia. «Había algo muy especial entre nosotros», sentencia.
El siguiente destino de Amancia fue Congosto, desde donde marchó después a Guardo, localidad en la que reside ahora con su hija Ana. «Si de algo me siento orgullosa en esta vida es de que nadie me ha tenido que llamar la atención por nada», indica.
El mayor reto que se le presenta ahora a Amancia es vencer sus dolores para celebrar el año que viene su próximo cumpleaños.