Daniel Rodríguez, fallecido en el accidente de esquí de San Isidro: un apasionado de la naturaleza
De 54 años, era un conocido hostelero de Guardo y un gran aficionado al deporte de la nieve
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Su afición a la montaña, al esquí y a la naturaleza caracterizaban a Daniel Rodríguez y a los de la quinta del 67 de amigos de los que no se separaba desde primero el colegio y luego el instituto en Guardo. Han sido precisamente algunos de esos amigos los que le acompañaban, como tantos días sueltos de la temporada de invierno que apura, en la jornada de esquí en la estación leonesa de San Isidro que tanto conocía en la que este miércoles ha perdido la vida. Era un deporte que amaba y practicaba desde que era joven, también era habitual de la estación Fuentes de Invierno, en la zona de Asturias, por lo que su experiencia ha sorprendido más ante el fatal desenlace. También formaba parte del grupo de la excursión a San Isidro su hija de 16 años, que presenció el accidente.
Con su hija y su mujer Coral, profesora en el instituto de Guardo, disfrutaba también de la Montaña Palentina, en la que nació y se crió, con temporadas y vacaciones en la vivienda familiar de Cardaño de Abajo, donde después se hizo con la gerencia de los apartamentos turísticos La Tenada.
Su faceta de hostelero y empresario del sector se había forjado desde que era un chaval cuando su padre montó a finales de los ochenta la cafetería Aro de Guardo, que aunó a los vecinos de diferentes edades en torno a su horno panadero y pastelero, famoso por la especie de ‘donuts’ solos y rellenos por lo que el establecimiento se llamó Aro.
Después de fallecer su padre, el negocio se traspasó y Daniel Rodríguez llevó la gerencia con otros socios de un discobar en la zona de ‘Los Bajos’ de Guardo, y ya hace unos años volvió a hacerse cargo con su hermano Luis de la cafetería Aro. Daniel Rodríguez Rodríguez, de 54 años, era todo amabilidad y bondad, según señalan quienes le conocían muy bien. «Es una verdadera lástima perder a una persona tan afable como Dani, muy conocida por su negocio de hostelería y por estar siempre vinculado a esta tierra y más de una forma tan trágica e inesperada. Siempre se le recordará por su amabilidad, su saber hacer en la hostelería y por su afición a la montaña», expresaba el día del accidente el alcalde de Guardo, Juan Jesús Blanco, compartiendo un sentir generalizado de los vecinos por una familia arraigada y emprendedora de Guardo.
El amigo y compañero de la jornada herido en el choque mientras esquiaban es Oswaldo Abad, de 43 años, también muy conocido en la comarca ya que regenta en Guardo el negocio familiar de cristalerías ubicado en la carretera de León.
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