«Nunca imaginé que una mina que trabajó cuarenta años no tuviera licencia»
José Luis Fernández Administrador de Carbones Alto Carrión
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Tras la compra en el Juzgado de lo Mercantil de Gijón (Asturias) de los bienes de la antigua Carbones San Isidro y María junto a sus socios José María Rojo y Fely Martínez, José Luís Fernández se ha convertido en el administrador único de la nueva empresa Carbones Alto Carrión, que pretende devolver a la zona la última explotación minera creando una nueva generación de mineros en la comarca. Este asturiano, de 56 años entró a la mina con 15 y ha desempeñado casi todos los puestos, desde aprendiz minero, pasando por ayudante minero, ayudante de picador, picador, barrenista, vigilante y ahora, empresario.
Cuéntame la historia de tres socios que cometen la locura de comprar una mina en una provincia en la que se había extinguido el sector
Cuando cerró San Isidro, a los trabajadores que había les dejé patente que si yo podía económicamente, esa mina no cerraba, que iba a ser mía, se lo dije así. Llegó la oportunidad de poder hacerme con ella, busqué a José María, que para mi es una de las personas que más sabe de minería en esta zona, si no la que más, le pedí información sobre si hacía bien o mal y, tras enseñarle la mina, me dijo “¿lo compramos a medias?”, esa fue la decisión que tomó. Después se unió una amiga, Feli, que aportó un tercio del capital y fuimos al concurso de acreedores, lo cogimos en subasta y ahora es nuestro.
Han calculado cuántos empleos podrían crearse
La Consejería de Medio Ambiente a través del guarda de montes, nos paró la actividad. Teníamos proyectados diez contratos, que ahora tendrán que entrar paulatinamente. Pero el gran problema es que desconocíamos que una empresa que lleva casi 40 años en una explotación minera, carecía de licencia de ocupación de montes.
¿Podría convertirse en una gran explotación, como ha habido otras en la comarca?
Creo que tener una empresa con entre 30 y 40 empleados es un éxito. Vamos a crear trabajo, pero poco a poco. Vamos a trabajar sin desmontes, todo con mina de interior en la zona de la Bárcena. Cerraremos el lavadero de Guardo para no causar problemas ni daños a la población y toda la explotación la derivamos al monte.
Ir creciendo por tanto, irá ligado a la rentabilidad pero, sobre todo, a iniciar la actividad…
Hemos tenido reuniones con Minas e Industria. Con Iberdrola también hemos mantenido una reunión en Madrid, en la que optaron por un compromiso de adquirirnos todo el carbón que produzcamos. El problema es que todos los permisos están entrelazados. El que ahora no nos permitan seguir, es una faena muy grande, más cuando ha habido por un error de alguien de la administración que permitió que la actividad se desarrollase sin la licencia que ahora nos piden.
Cuál cree que es el origen de esta situación?
La falta de permisos es antigua, y aunque nos falta mucha documentación, porque en la oficina han entrado y se han llevado documentos, sí que hay una resolución diciendo a San Isidro que debería haber realizado licencia de impacto ambiental en 2010. Eso no se hizo y ahora sí que nos lo piden. Ahí estamos, parados. Pedimos que nos dejen empezar a trabajar.
¿Qué trabajos se han llevado a cabo?
Se ha acondicionado el camino de acceso a la mina, que estaba lleno de ramas e impracticable.
Una explotación que va a ser de interior…
Toda la explotación va a ser de interior. Sin desmontes. Ha habido mucha gente maliciosa, con ganas de hacer daño. La dirección de la UGT de Guardo no ha actuado bien.
Mucho se ha rumoreado sobre Victorino Alonso y esta compra…
Victorino Alonso no tiene nada que ver con Carbones San Isidro ni con Carbones Alto Carrión.
¿Qué interés puede mover al sindicalista de UGT Carlos Mesa para intentar evitar que sea una empresa local la que gestione esta mina y dársela a un grupo asturiano?
No sé si quería que no lo lográsemos o tenía en mente otras cosas. Él desde el principio se postuló a favor de Minarsa en la adquisición de estas propiedades. Pero le recuerdo a Carlos Mesa que un concurso de acreedores no es sólo poner el dinero, porque a estos señores ya les quitó un juez una concesión minera que les adjudicó por falta de solvencia. Desconozco el interés que pueda tener Mesa, pero no entiendo cómo actua un sindicato al que pertenezco desde que me despidieron de Carbones San Isidro por la denuncia colectiva que hicimos. Me encuentro con que mi secretario general, está echando por tierra mi trabajo. Lo que debería hacer es presionar ante las instituciones para que podamos comenzar a trabajar.
Me parece muy interesante, si todo ésto es para el bien del pueblo! Por cierto! Si alguien conoce la mina desde la perspectiva,¡¡ la más sabia!qué pregunten a mi padre, trabajador minero de San Isidro, hoy, jubilado, con 91años, vaya vivencias! !! Un cariñoso homenaje a toda esa generación! !!!!!!