Velilla del Río Carrión

Puerta de entrada a la montaña

Velilla del Rio Carrión. La localidad minera sea un lugar idílico para los amantes de la naturaleza

JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA

Aunque no es una localidad donde exista una larga tradición de Semana Santa como las habituales, con sus cofrades, túnicas y capirotes, Velilla sí que cuenta con la tradición de hacer la procesión del encuentro el Domingo de Resurrección. Resulta curiosa la cita en una población tan pequeña, por la elevada participación con la que habitualmente contaba y por lo bonito del acto.

No obstante, como en toda España, la pandemia hizo que el año pasado no se celebrase y las medidas de la Junta de Castilla y León, impedirán que este año vuelva a tener lugar.

Pero Velilla no es un pueblo donde las procesiones sean el motivo para ir en Semana Santa. Si la cita con los días rojos en el calendario es tardía, como este año, el buen tiempo suele acompañar y hace que la localidad minera sea un destino idílico para los amantes de la naturaleza.

En pleno Parque Natural Montaña Palentina, es la puerta a la montaña de la provincia, donde surgen rutas a cada paso y donde la belleza natural está presente en cada rincón.

Una de las rutas más conocidas por su facilidad y su belleza es la que sube a las cascadas de Mazobre, en la falda norte del Espigüete. Se trata de un recorrido que comienza en el aparcamiento situado en la carretera que une Cardaño de Abajo con Cardaño de Arriba y que, tras un pequeño repecho, es un camino llano y fácil que lleva hasta un mirador cuyas vistas sorprenden.

Pero también hay otros destinos, como el hayedo de Otero o como los ejemplares de árboles curiosos, que son visitables como el “pino enroscao” o el roblón, además de poder disfrutar del sonido de las aguas del Carrión, nacido dentro del propio municipio, a través de la Senda de los Pescadores.

La Ruta de los Pantanos

¿Lo bueno? Para disfutar de casi todos estos destinos, hay que circular por la carretera que une Velilla del Río Carrión con Cervera de Pisuerga, más conocida como “Ruta de los Pantanos” y en la que los pasajeros del vehículo pueden disfrutar con las vistas que ofrecen los embalses de Compuerto y Camporredondo.

¿Y todo esto da hambre o sed? ¡No hay problema! Todos los pueblos del municipio tienen oferta hostelera y, algunos, incluso hotelera. En muchos de los pueblos se puede degustar carne de caza pero en Velilla se degustan con cuchara unos callos con garbanzos que no tienen comparación.

También destaca por su enclave el CIT Fuentes Carrionas, donde el visitante también puede reponer fuerzas en su bar y donde los niños y mascotas podrán correr libremente en un entorno seguro y saludable, respirando naturaleza y junto al río Cardaño, que fluye junto al bar, un sitio que merece la pena visitar.

Y siguiendo con enclaves naturales, no puede faltar tampoco la visita al pueblo abandonado de Valsurbio que, además, llegó a ser el pueblo más alto de la provincia, al estar situado a 1.475 metros sobre el nivel del mar. Aunque su acceso no es fácil y sólo se puede llegar allí mediante una pista forestal sólo apta para vehículos todoterreno, sí que es un buen lugar para visitar a pie o en bicicleta de montaña.

Y si lo que quiere el visitante es llegar hasta Velilla en su autocaravana, que no tenga duda de que puede hacerlo sin problema. Desde hace meses, el Ayuntamiento trabaja en acondicionar y mejorar el área de autocaravanas, tanto para el abastecimiento y limpieza, como para la pernocta.

Junto al Río Carrión se construyó hace años un área de autocaravanas en la que poder realizar la descarga de aguas y abastecerse de nuevo. Ahora, esta área se ha visto totalmente reformada, dotándole de más privacidad y de una fuente en la que poder limpiar correctamente todo tipo de aguas y depósitos de la autocaravana, además de recargar el depósito de agua limpia.

Junto al hotel se encuentra el área de estacionamiento, en un enclave tranquilo y que se sitúa junto al parque de la Reana, como se conoce en la localidad a las Fuentes Tamáricas, curiosas por la imposibilidad de prever cómo estará, si llena de agua o seca y durante cuánto tiempo.

Hay que recordar al visitante que Plinio el Viejo ya advirtió en el siglo I que “la intermitencia irregular del brote de las aguas de estas fuentes tiene el don de profetizar la pronta muerte de todo aquel que, al visitar por primera vez la fuente, la encuentre en su fase seca”, así que es importante, por si Plinio estaba en lo cierto, acudir por primera vez con alguien que ya haya visto la fuente en anteriores ocasiones para que nos permita, o no, mirar.

El visitante no debe dejar de acudir a la ermita de Areños. No se trata de una joya arquitectónica pero sí de un lugar tranquilo, alejado del ruido de coches y en el que se puede disfrutar de la paz de la propia ermita.

Y cabe destacar la presencia de un importante patrimonio industrial en la localidad que, aquel que llegue hasta Velilla, no puede dejar de contemplar. Al llegar, la central térmica nos recibe. Es importante pararse unos minutos a verla. Ha sido el motor de la localidad junto a las minas durante décadas y son sus últimos años en pie, hasta su desmantelamiento. No dejes de captar las que podrían ser las últimas imágenes de la Central Térmica de Velilla del Río Carrión.

La casa del Ratoncito Perez

Tanto si la visita es con niños como si es sólo para un grupo de mayores, hay una iniciativa local que no puede dejar de ser visitada, que es la “Ruta de tus sueños”, el lugar donde habita el Ratoncito Pérez y sus amigos y donde, además, guarda los dientes de leche que recoge a lo largo y ancho del mundo.
“Un día, a las 6 de la mañana, mi padre, escuchó un ruido. Miró y vio que se metía algo por debajo de aquel árbol y vio al Ratoncito Pérez. Él es un hombre mayor, de 70 años, y no tenía móvil, así que no pudo hacerle una foto, pero vinimos al día siguiente y nos encontramos que los árboles, que estaban llenos de dientes de niños” comienza la visita guiada por Eduardo Ibáñez, precursor de la iniciativa junto a su hermano Enrique.

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