Guardo

Guardo recuerda sus antaños

La localidad norteña bulle en sus fiestas patronales con la octaba edición de la Feria Tradicional y el festival taurino

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

Guardo celebró ayer, con motivo de las fiestas patronales, la octava edición de la Feria Tradicional Guardense, de la mano del Club de Entibadores palentinos, un colectivo transmisor de la tradición en la comarca.

En esta ocasión, todo el contenido de la Feria se desarrolló en la carpa de fiestas de la plaza de la Constitución, con numerosos puestos de alimentación, productos artesanales, bisutería y cuero, que animaron a los guardenses a salir a la calle y realizar sus compras en un excelente día en el que el buen tiempo incitaba a participar en las numerosas actividades programadas.

Numerosos aperos de labranza decoraban la carpa, recordando el pasado no solamente minero e industrial de la localidad, si no también ganadero y agrícola de la villa.

Una de las actividades que más llamaron la atención de la feria la elaboración de adobes por el procedimiento tradicional, que también llevaron a cabo los miembros del club de entibadores, y que no se olvidaron su faceta más gastronómica y repartieron al público asistente una degustación de torrenos y hamburguesas.

Al ser el último domingo de las fiestas, se celebró el Día del Niño, como viene siendo habitual, con varios hinchables para niños, además de numerosos juegos de mesa y tradicionales, que les sirvieron, además, para aprender nuevas formas de divertirse. Entre estos juegos, un “¿quién es quién?” o un “tres en raya”, además de un torno en el que se explicó a los niños cómo podían hacer artilugios de barro, como jarrones o vasos.

Por otro lado, la plaza de toros de Guardo acogió este domingo el festival taurino de cuatro novillos en el que los protagonistas fueron el Cid y Javier Castaño, en sustitución de Vicente Barrera. Cuatro novillos de la ganadería Espioja, que se comportaron noblemente y que otorgaron a El Cid dos orejas en su segundo novillo, después de una primera faena en la que falló en la muerte del toro. Castaño logró dos orejas a cada astado. La entrada a la plaza quedó en la mitad del aforo.

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