Cae la última de las chimeneas de la Central Térmica de Velilla
La demolición de esta estructura de 176 metros de altura supone la práctica desaparición de los símbolos del desarrollo industrial de la comarca guardense
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Cincuenta y ocho kilos de explosivos activados por 228 detonadores acabaron ayer con parte de la historia industrial de Velilla, al derribar la chimenea del grupo II de la central térmica de la localidad.
Una mole de hormigón de 5.400 toneladas de peso y 176 metros de altura que quedaron reducidas a escombros en poco más de 12 segundos.
Cabe recordar que las fechas clave en el desmantelamiento de la central térmica de Velilla del Río Carrión, tras la desconexión del sistema el 30 de junio de 2020, han sido la voladura de los silos de ceniza el 25 de octubre de 2021, tres días después se volaría la torre de refrigeración, que ha sido la voladura más vistosa y que más expectación ha creado. El 31 de marzo de este año había sido la última explosión, que reduciría a escombros el búnker de carbón y la chimenea del grupo I.
En esta ocasión, la voladura no era tan impresionante como otras, puesto que únicamente se explotarían las cargas colocadas en la base, pero sí que era espectacular ver cómo una estructura de 176 metros de altura caía hacia el sur, en principio de una pieza.
A medio camino, la estructura se partió en dos partes, aunque todos los escombros quedaron dentro del área de la central, como estaba previsto.
Aunque menor que en otras ocasiones, sí que había expectación en la comarca y en la localidad y muchos fueron los que se acercaron hasta Velilla para ver caer un icono construido en 1984. Para velar por la seguridad de todos, un amplio dispositivo de la Guardia Civil controló que nadie se saltara el área de exclusión.
“Adiós a la central” comentaban algunos. “Buah, se acabó ya”, decían otros en los diferentes puntos de observación de esta voladura que pone fin al símbolo más visible de esta Central Térmica y que será la penúltima explosión en el complejo de Iberdrola en la localidad.
La próxima voladura será la caldera del grupo II y, aunque todavía no tiene una fecha fijada, se espera que sea a finales de año, previsiblemente en noviembre.