Guardo

Guardo bulle al calor de los fogones en su tercer concurso de ollas ferroviarias

El evento conmemoró en esta edición los 125 años del ferrocarril entre León y Bilbao conocido como la Robla

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

Guardo acogió ayer domingo la III Edición del Concurso de Castilla y León de Ollas Ferroviarias, una tradición gastronómica que se remontan a los tiempos del ferrocarril de vapor, en los que los ferroviarios cocinaban sus guisos en las vías del tren con el carbón de la propia máquina en las peculiares ollas que ayer pudieron volver a verse en la villa norteña. Un evento que, además, este año conmemoraba los 125 años del ferrocarril de León a Bilbao, más conocido como “La Robla”, que une la villa con las ciudades leonesa y vasca.

Existe en la localidad una creciente afición por este plato y así lo demuestran los numerosos encuentros que se han celebrado, tanto locales como regionales, hasta haber logrado un número tan alto como los 96 inscritos, de los que finalmente acudieron 91 participantes que ayer se encontraron en la Plaza del Ayuntamiento para elaborar sus guisos.

En esta ocasión la organización, a cargo del Ayuntamiento de Guardo, ha proporcionado a los participantes alubias remojadas, chorizo, tocino y morcilla de Alimentos de Palencia como ingredientes básicos para la elaboración de la olla.

Sin duda, la elección desde el año pasado de la Plaza del Ayuntamiento como lugar de celebración, ha sido algo elogiado por los participantes, pues todos podían estar juntos e interactuar entre ellos, aunque lo que no quisieron revelar fueron sus secretos para realizar el mejor guiso.

Nuevamente, el éxito fue de participación y de visitas. Decenas de guardenses no quisieron perderse el evento y a lo largo de toda la mañana acudieron hasta la plaza para poder disfrutar del olor de los fogones.

Además del buen sabor y la buena presentación del plato, el jurado tuvo que valorar que el tocino hubiese quedado en el punto justo y se pudiera untar con pan, así como que la olla no contuviese ningún ingrediente no autorizado.

Tras la deliberación, que fue complicada por el alto nivel de los guisos, el jurado decidió que el ganador del primer premio fuera el cántabro Carlos Iglesias, que se llevó un diploma y 600 euros, seguido por el guardense Pedro Gómez Hernández que se adjudicó los 450 euros y el diploma del segundo clasificado de la general y el diploma y trofeo de la mejor olla local.

En tercera posición (diploma y 200 euros) quedó la olla de Jon Andoni Martinez, de Orduña (Vizcaya), el cuarto (diploma y 100 euros) fue Raúl Medina Gutierrez (Cantabria) y el quinto (diploma y 75 euros) Luis Ángel Gándara (Cantabria).

El sexto y séptimo puestos, dotados con diploma y 50 y 25 euros respectivamente, fueron para el cántabro Ángel Ríos (Cantabria) e Irene Guerra Matey (Guardo).

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