Guardo

La danza se cuela a lo grande

La profesora Raquel Fernández explica la presencia de la disciplina en el programa

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

Con 29 años se ha convertido en la profesora con más alumnos de AMGu. Comenzó de pequeña con la gimnasia rítmica, de la que saltó a la danza clásica. Perseveró en clásica y flamenco y, después de años, en la Escuela Municipal de Danza de León, se recibió una llamada de AMGu, pidiendo una profesora. Estuvo a punto de rechazar la oferta, pero se arriesgó. Además, comenzó la especialidad de teatro en el centro y la danza urbana, un campo en el que se tuvo que formar para poder impartir las clases.

Estas fiestas tienen un componente de danza muy importante, que ella sabe valorar. «Este año van a realizar un reconocimiento a los Pugs, Bigah Pugs y Lyrical Pugs, que son los tres grupos de competición por la trayectoria que han llevado estos años. Han conseguido algunos de los premios en campeonatos nacionales y es una forma de que vean que el trabajo que están realizando día a día tiene una recompensa. Es importante que vean que, además de su propia satisfacción, puedan ver que su pueblo también les reconoce su trabajo» asegura.

Además también está previsto representar el “Urban Summer Dance”. «Sí. Sólo van a participar los grupos de hip-hop. Se van a colocar varios focos y con la inauguración de la plaza, los focos, el baile y, esperemos, el buen tiempo, podamos hacer un buen espectáculo» augura.

Habitualmente, la elaboración del programa se deja en manos de los Ayuntamientos. En Guardo, AMGu, participa activamente, una labor que en pleno fin de curso, es un trabajo añadido. «A mí, personalmente, me gusta. Es una colaboración y el Ayuntamiento también colabora con nosotros. Es muy interesante que los alumnos puedan mostrar su trabajo fuera del centro y, de cara a la Escuela, también es una oportunidad de captar alumnado», señala la profesora.

El trabajo en la especialidad de danzas ha apasionado a Rafael Amargo y María José Bayón. Como profesora Raquel Fernández se siente «muy alagada». «Creo que todo el mundo piensa que viene a una escuelilla de pueblo con cuatro alumnos que pasan el rato. Cuando llegan, ven el edificio, la cantidad de alumnado, las personas públicas que han estado o van a estar, se quedan con los ojos abiertos. Compañeras mías de León muchas veces me dicen que ojalá tuviésemos esto en León y la ayuda institucional que tenemos” apostilla.

Bayón comentó que está muy bien llegar a una final internacional, como llegaron los Pugs, pero siempre que los alumnos se lo tomen como un reto y no como una meta. En este sentido, Fernández agrega, los alumnos consiguieron llegar a la final internacional en el Rock da House «y eso nos permitió el paso a Oporto (Portugal)». «Cuando ellos van fuera a competir, son conscientes del nivel que hay. Hay miles de niños que bailan igual o mejor que ellos. Lo interesante es hacer clases magistrales e intercambios, porque ver el nivel que tienen otros, permite volver a la tierra» apostilla.

Precisamente, una clase magistral que también se va a celebrar en las fiestas. Además, con uno de los buenos, con Frank Leal. «Frank Leal es uno de los organizadores del Funk-Lag León, tiene una academia que se llama Emotion que ha abierto hace poco y fue quien introdujo en León todo el hip-hop, formando a alguno de los profesores que más están haciendo por el hip-hop en León, como Silvia de Crash-Dance o Sophie y Chris de Infinity Dance. Es el pionero. A mi me gusta mucho que esté, porque una persona que tiene tanto recorrido a sus espaldas, puede ayudarles mucho», agrega.

Raquel califica la danza en la escuela de AMGu como «el día a día. «La primera clase del curso es preguntar qué es lo que quieren conseguir. De esa manera podemos hacerles un seguimiento personalizado para ayudarles a cumplir su meta y que se sientan realizados», explica. Para esta profesora, el miedo no existe en el baile. Solo pide que pruebe. «He escuchado muchas veces lo de “soy arrítmico”. Cuando lo prueban, estudian una técnica, preparan una coreografía y superan sus barreras, se sorprenden se haber conseguido bailar y se sienten orgullosos», asegura. Por último, ella valora la dimensión de la AMGu como motor cultural, pero también económico y de empleo. » En mi caso, no sólo he venido yo a vivir a Guardo. También he arrastrado a mi marido, que ahora mismo también ha puesto su negocio en Guardo. Yo me he empadronado aquí. Eso hace que Guardo vaya creciendo», concluye.

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