Comarca

Románico y antiguos amigos

Procesion en Payo de Ojeda durante las fiestas de Santa Justa y Rufina

El alcalde, Manuel Benito, lamenta que no haya más actividades estivales «porque hay pocas aportaciones de los vecinos»

JOSE CARLOS DIEZ / PAYO DE OJEDA

La época estival, sin duda, incita a volver al pueblo, a salir del ardiente calor del asfalto de las ciudades y eso es lo que cada año hacen decenas de “hijos del pueblo”, como llama el alcalde de Payo de Ojeda, Manuel Benito, a los emigrantes del pueblo que se fueron a las grandes capitales, sobre todo a Bilbao, en busca de una salida profesional.

Es complicado buscar diversiones en un pueblo tan pequeño como Payo, pero quien busca halla. Uno puede encontrarse, a las personas que hace años que no ve y con las que, según el alcalde, “muchos van a pasear, para poder enseñarle las novedades que tenemos en el pueblo, las reformas que se han hecho” o simplemente “para ir contando lo que ha ido pasando a lo largo del año”, explica Benito.

Pero no sólo de paseos vive el municipio. Y es que, contar con una iglesia con vestigios románicos y góticos, que guarda en su interior una pila bautismal románica en proyecto de reparación, en plena Ruta del Románico Palentino, atrae a cantidad de turistas a la localidad, que paran para contemplar ambas joyas en su camino.

“Organizar cosas es algo difícil, porque tenemos pocas aportaciones por parte de los vecinos”, explica el alcalde, que se muestra satisfecho con las fiestas de Santa Justa y Rufina que se han celebrado el pasado mes de julio, en las que el acto principal es la procesión en la que participan la mayor parte de los vecinos.

Estas fiestas patronales son uno de los grandes atractivos del verano en Payo de Ojeda, donde los dos días de las fiestas se han multiplicado los visitantes debido al atractivo de las mismas.

Durante estas fiestas, un aperitivo y una degustación de panceta han agasajado a los visitantes, que también han disfrutado de campeonatos de cartas, verbena y discomóvil, además de parques infantiles para los más pequeños.

Lo que también se nota, según asegura el alcalde de Payo de Ojeda, es el cambio en el sector agrícola. “Los agricultores trabajan mucho menos, porque las máquinas han facilitado mucho la labor, ahora ya se cultiva, se riega y se recolecta con el tractor, por lo que también se nota que hay más gente en el pueblo”, explica Benito.

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