Velilla del Río Carrión

El Mayo desafía a las nubes en Velilla

El mayo desafía a las

Participantes en la

Los niños colaboran

Diego Mancebo

Los mozos izaron en La Reana un pino de 21,30 metros, con ayuda de hombres, mujeres y niños de la localidad

JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA

Las nubes amenazaron durante la jornada, pero la temperatura fue buena y permitió que los mozos de Velilla del Río Carrión se congregasen este sábado en el centro del pueblo para dirigirse al pinar a seleccionar el ejemplar más adecuado para pinar el mayo, cuya tala, poda y preparación comenzó alrededor de las 10:30 horas.

La lluvia había obligado la semana pasada al Ayuntamiento a suspender de la pinada por motivos de seguridad y a aplazar el ritual para evitar que algún vecino o aficionado resultase herido. Fue una decisión acertada, puesto que el sábado pasado hubiera sido imposible la celebración, debido al aguacero que cayó durante la hora prevista para la pinada.

Ayer, los mozos pudieron cortar un ejemplar de 21,30 metros, talado a hacha y que supera en 30 centímetros al del año pasado, pero que aún queda algo lejos de los 24,90 metros que midió el pino de 2014. Aún así, los participantes siempre se esfuerzan por coger un buen ejemplar, lo más recto y alto posible, para que la subida resulte más complicada de lo que parece desde abajo.

Las amas de casa sirvieron sobre las 14:30 horas las sabrosas patatas con carne que habían preparado y que devolvieron las fuerzas a los leñadores. El mayo llegó al pueblo sobre las cinco de la tarde, cargado en el camión municipal, y antes de las faenas para izarlo, se decoró la copa con adornos de papeles de colores y rosquillas. A la animación contribuyó la concentración de bicicletas clásicas, que ya se ha convertido en una tradición y que este año alcanzó los 23 participantes. Una vez finalizada la decoración, tras un desfile por el centro del pueblo, se procedió a la pinada del mayo en la Reana.

Hombres, mujeres, niños y hasta niñas con su vestido de comunión cogieron las sogas para tirar con fuerza y lograr izar el árbol, que lograron poner en pie tras una hora de trabajo. Una vez asegurados los arneses, los más valientes intentaron trepar por el mayo. La primera en hacerlo fue Antonia González, que llegó aproximadamente hasta un tercio de la altura del mayo. El primero en llegar a la copa y, por tanto, llevarse el jamón, fue Diego Mancebo, vecino de Otero de Guardo. Sergio Pérez, tradicional campeón, que también consiguió subir ayer sin dificultad, dejó paso para que otros pudieran ganar.

Después se sirvió chicharro y queso a los asistentes, y para concluir la fiesta, hubo un espectáculo de la orquesta Eclipse en la plaza del Ayuntamiento.

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