Pepe Viyuela «No me arrepiento del cine y la tele, pero es en el teatro donde hallo satisfacción»
El actor recoge un galardón en Guardo y ensalza las iniciativas culturales en municipios como actos dinamizadores rurales
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Pepe Viyuela es un afamado actor que ha estado presente en series de televisión como «Aída» y «Olmos y Robles», pero que ha llegado hasta Guardo de la mano de AMGu para recoger el premio AMGu de Honor de Arte Dramático por toda una trayectoria dedicada al teatro y a la interpretación. Además, en la villa, ha presentado su espectáculo “Encerrona”, para el que se han agotado las entradas.
¿Qué le parece estar aquí en Guardo?
Me parece un regalo y un privilegio. No tenía conocimiento de esta Asociación ni de lo que se estaba haciendo aquí hasta que me han llamado y supongo que me han llamado por el hecho de ser una persona conocida. Es algo que no me esperaba. El hecho de que me conozcan y me llamen, me parece un honor. El que se acuerden de uno para una cosa que tiene que ver con la cultura de raíz, cultura popular, está muy bien.
¿A qué cree que puede deberse el éxito del Certamen de Teatro Aficionado de Guardo?
Creo que siempre hay individuos o personas concretas que ejercen de dinamizadores de cosas concretas. Además, en el sustrato general, hay ganas de divertirse, de entretenerse y ganas de cultura. Si no existen esas personas que se pongan a organizar, conectar y llamar, probablemente eso no es posible. Parece ser que aquí en Guardo hay individuos que se ocupan de ello y, en el momento que eso ocurre, la cosa prende. Además, en Guardo hay un aislamiento manifiesto, por lo que en el momento que hay una chispa, uno se agarra a un clavo ardiendo.
¿Qué le diría al grupo de Teatro de AMGu?
Les diría poca cosa, porque no soy quién para decir nada a nadie, pero sí que les diría que les admiro, por el hecho de apostar por algo que les gusta, en un momento en el que parece que todos intentan apostar por cosas que parecen ser productivas entre comillas. El teatro parece que es una actividad marginal, que tiene que ver con el hobby y el hecho de intentar hacer algo que sirva para la comunidad, me parece importante. Por otra parte, lo primero que les diría, antes de todo esto, es que son muy afortunados de haberse encontrado, porque para hacer teatro, necesitas encontrarte con gente que quiera hacer lo mismo y tener la suerte de formar un grupo y formar parte de algo que funciona, enhorabuena. Sobre todo, también, que no pierdan de vista que lo importante ya lo están haciendo, el hecho de formar parte de un grupo que está generando un poder de convocatoria tan grande, es un auténtico logro. Sólo les daría la enhorabuena.
Hablando de poder de convocatoria, en el acto de clausura se ha tenido que aumentar el aforo por su asistencia…
No sé si será por eso, creo que hay un trabajo de fondo que se está haciendo todos los días, de gente que está apostando por algo y a lo mejor yo sumo, pero no creo que sea la baza fundamental. Estoy seguro de que si fuera un sitio donde no se fomenta de este modo el teatro y la cultura, estoy seguro de que un nombre sólo no sirve para nada. Creo que hay un efecto de suma y me alegro de formar parte de ese poder de convocatoria, pero no es justo atribuirlo únicamente al hecho de que yo esté aquí solamente.
Ahora está con “Encerrona”, pero si tuviera que quedarse con un nombre de alguno de sus trabajos, ¿con cuál se quedaría?
¡Qué difícil! La verdad que he tenido mucha suerte y he trabajado en cosas que me han gustado mucho. Me quedaría con la parte teatral. No me arrepiento de todo lo que tiene que ver con televisión ni el cine, pero es en el teatro donde he encontrado siempre la mayor satisfacción. Me quedaría con lo que estoy viviendo ahora, un proyecto de cuatro actores y tres técnicos, es lo que más me ilusiona. Intento ilusionarme con lo que hago en el momento. En cuanto a teatro me quedaría con el paso por la abadía o por el festival de teatro clásico de Mérida.
¿Y si tuviera que quedarse con algo de la tele, que seguramente es lo que más fama le haya dado?
Aunque sólo sea por una cuestión de tiempo, con Aída, porque han sido diez años de trabajo y aprendizaje. El éxito de Aída se basó en el elenco, había una suma. Estaban Paco León, Mariano Peña o Eduardo Casanova, había una serie de profesionales con talento que elegir entre uno sería casi como preguntar si quieres más a tu padre o a tu madre. Quedarte con uno es imposible. Para nuestra vida personal fue muy importante, ya que fue una década entera y eso marca mucho.
¿Cómo ha sido la participación en Olmos y Robles? ¿Continuará?
Empezamos el año pasado y no sabemos si va a continuar, espero que sí, tanto por tener trabajo como también por el hecho de que lo pasaba muy bien. Es un proyecto muy bien escrito y es una comedia de acción muy bien hecha. En la primera temporada todos probamos, pero si hubiera una segunda temporada, creo que todos lo haríamos mucho mejor. A lo largo de los ocho capítulos se formó un equipo importante, pero no ha tenido desarrollo y a mi me gustaría que lo tuviera.
¿Alguna anécdota que recuerde con cariño?
Siempre es difícil rescatar algún momento. Recuerdo cuando empezamos con Aída, que no nos conocíamos, hay un período de preparación del equipo. En Aída hubo un momento de inflexión, en una escena en el bar, con Mariano y Paco, cuando teníamos que disfrazarnos de reyes magos y Paco estaba disfrazado de Rey Juan Carlos porque se había liado. Yo iba con un peluquín porque tenía una cita y recuerdo cuando ellos jugaban con el peluquín y se reían de mi. El personaje estaba humillado, pero yo estaba “descojonado” y no podía pararme de reír. Ese fue el momento en el que sentí que nos habíamos convertido en un equipo, pasamos a ser compañeros de verdad, empezó a haber mucha confianza.