«Es muy difícil ganar dinero con el balonmano femenino en España» Mónica Gutiérrez París Campeona de España de Balonmano
La jugadora guardense, de solo 16 años, sabe que le resulta complicado vivir del deporte y compagina estudios, entrenamientos y viajes
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Mónica Gutiérrez París es una joven guardense de 16 años que está de enhorabuena por haber logrado ganar el Campeonato de España representando a Castilla y León. Además de formar parte del Balonmano Fuentes Carrionas, Mónica es jugadora del Cleba de León y esta temporada está siendo muy especial para ella, ya que ha conseguido el premio a la mejor deportista 2015 de balonmano en Palencia y, además, ha logrado a su corta edad un triunfo que guardará por siempre en el recuerdo.
Campeona de España. ¿Qué pasa por su cabeza cuando se lo llaman?
Me quedé un poco en shock porque es algo que no esperaba. Me alegré mucho, no por mi misma, sobre todo por mis compañeras de equipo, que son las que me hacen mejorar cada día y de mis entrenadores, tanto de la Selección, como del Cleba, como Goyo y de mis padres y mi familia, que siempre me apoyan. Me alegré por todos, porque es de todos ellos.
¿Es mucho esfuerzo el que requiere el deporte?
Hasta este año no, porque como me gustaba y es mi afición, lo hacía con mucho gusto, pero ahora tengo que ir hasta León a entrenar varios días, tengo que viajar para jugar hasta lugares como Valencia o Málaga y con los estudios se hace un poco más cuesta arriba, pero como me gusta no me supone mayor sacrificio.
¿Estudia en Guardo? ¿Ha pensado desplazarse a estudiar, a León, para no hacer tantos desplazamientos?
Me han dado la opción de que me lo pensase el año que viene, pero a mi me tira mucho mi familia. Por eso, mientras pueda seguir aquí, compaginándolo con los entrenamientos y los viajes, genial. Si al final tengo que ir, lo haré, pero por el momento, mientras pueda, me quedo en casa.
¿Es el balonmano una posible salida profesional?
Por el momento no, lo veo como mi afición. Siempre puedes mejorar, pero no me considero tan buena como las demás. Además en el balonmano femenino en España es muy difícil ganar dinero. Si te vas a Hungría, Rusia o a países de esa zona, sí que puede ser una salida profesional, pero en España no lo es.
¿Que diría en el caso de una oferta de un entrenador de cualquiera de esos países?
Me lo tendría que pensar mucho, porque mi familia me tira mucho y también estoy muy unida a mis compañeras de equipo, que en cuanto no pueda jugar más con ellas me va a dar algo. He estado toda mi vida jugando junto a ellas y no me imagino ya hacerlo sin ellas. Empecé con 11 años.
¿Qué supone tener un equipo como el BM Fuentes Carrionas en la zona?
Al principio éramos muy pocos, casi equipos de colegio. Ahora comienza a haber afición, incluso la gente comenta por la calle los partidos y me parece que se está haciendo un trabajo excepcional, dándonos una oportunidad a los jóvenes de la zona de poder alcanzar el logro de llevar dos equipos, como el año pasado, al sector de Castilla y León.
Hay personas, como el presidente del club, Miguel Sebastian, que además de ser un gran apoyo para mi, está haciendo una labor excepcional con el club. Si el club sigue en pie es por él.
¿Cree que las instituciones apoyan lo suficiente a deportes como el balonmano?
El mayor apoyo siempre se lo lleva el fútbol y el fútbol sala. A nosotros nos dan, quizás no tanto como deberían por nuestro trabajo, pero sí que nos llegan ayudas, aunque creo que nos merecemos más. El fútbol se ve que es el deporte rey y no puedes hacer nada contra eso.
¿Cómo es Goyo Casado (del Balonmano Fuentes Carrionas) como entrenador?
Es una pregunta difícil. Es mi primer entrenador aquí, pero está de segundo entrenador en León y en la selección y son papeles muy diferentes. Cuando está de primer entrenador, es muy exigente y siempre pide más, porque sabe que puedes dar más. Machaca mucho y hace mejorar al equipo tácticamente, pero para ser mejor, debe ser exigente. Nos apoya y está muy pendiente de las relaciones de vestuario, para que no haya problemas. Como segundo entrenador también es un apoyo y un estratega.
Habla de las relaciones de vestuario pero, ¿cómo ha sido recibido su triunfo con la selección en el nacional?
Les pasó como a mi, pero les di las gracias por todo y les dije que el premio no es mío, que es parte de su trabajo y la verdad que me han trasladado muchos mensajes de cariño. Es lo que más valoro, que ese premio lo hagan como suyo también. Las compañeras del Cleba me han felicitado y me decían “muchas felicidades enana” porque soy la pequeña del grupo. La verdad que no tengo ninguna queja de mis compañeras.
¿Por qué decidió estudiar un bachillerato de Ciencias?
En los estudios, como en el balonmano, soy muy exigente. Quería tirar por la rama de fisioterapia o medicina porque me gustaría saber los motivos de las lesiones.
¿Cómo viene la nueva temporada? Ahora tiene un listón que superar
Antes que por los retos individuales, me tiro por los colectivos. Para que la gente en Guardo y en otras provincias se den cuenta de la labor que se está haciendo desde el Club, sería bueno llegar a un intersector o a un sector y que las categorías inferiores también lleguen. A nivel individual me gustaría conseguir más minutos en el Cleba y, volviendo a los retos colectivos, mantener la permanencia en la categoría.
¿Que le diría a la gente que no se anima a practicar ningún deporte?
Siempre defiendo los deportes en equipo, porque conoces nuevas personas, haces piña en el vestuario, algo que no sucede en un deporte individual.
Una enamorada del deporte sacrificada por su pasión
Mónica está en plena adolescencia, una época en la que, quien más quien menos, busca libertad, huir de lo establecido y disfrutar al máximo, pero no todas las veces se puede y esta joven se tiene que sacrificar por lograr sus objetivos deportivos. «Mis amigos siempre me dicen que no tengo vida social (ríe). Por todos mis amigos me siento muy apoyada, porque muchos practican deporte y saben lo que significa. Ellos pueden salir, pero yo tengo que estudiar para poder viajar», argumenta la joven, que piensa que su vida tendría un vacio si no practicase deporte. «En un deporte colectivo aprendes a alegrarte por las victorias colectivas, por el gol que marca tu compañera, por una parada imposible… Los valores de un equipo colectivo son muchos mayores. Merece mucho la pena hacer deporte, además de por la salud, por ti mismo», señala la jovencisima jugadora.