Un guardense inventa un sistema de aspersión para mejorar los regadíos
Angel Andrés tiene ya la patente española de un proyecto que prevé comercializar primero a la demanda
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
El guardense Ángel Andrés, residente de Intorcisa, ha patentado recientemente un nuevo invento que, según explica, puede revolucionar el riego, al evitar todos los inconvenientes que presentan los actuales sistemas.
Este invento, que consiste en un árbol con cuatro brazos de unos cincuenta metros de largo cada uno, hace que se pueda regar entre una hectárea y una hectárea y media. Además, según explica su inventor, se va a hacer un prototipo con un brazo de 80 metros de largo, para probar si resulta viable. Se trata de un sistema de riego por aspersión, que ahorra agua y mano de obra, ya que el agricultor no tiene que molestarse en poner y quitar tubos por las tierras. “En los demás sistemas tienen que extender para regar y quitar para cosechar, mientras que este nuevo sistema, tiene un sistema de elevación a seis metros”, comenta Andrés.
En cuanto al ahorro de agua, este sistema de riego “ahorra agua porque la aspersión siempre ha sido el método más más económico. El riego por manta, que es el otro sistema, tiene el inconveniente de que, cuando el agua quiere llegar al final de la finca, el principio se ha sobre regado”, explica Andrés.
Ahorro de agua
El promotor de la novedad considera que este sistema de riego ahorra agua, “porque la aspersión siempre ha sido el metodo más economico». «El riego por manta, que es el otro sistema, tiene el inconveniente de que, cuando el agua quiere llegar al final de la finca, el principio se ha sobre regado”, puntualiza Andrés. La ventaja que ofrece es que “con este sistema de riego, se puede regar mucho menos tiempo, con mucho menos agua, pero de forma más efectiva” explica Ángel Andrés.
Para lograr este sistema de riego,su inventor lleva trabajando en él más de tres años,en los que ha visitado muchas fincas, llegando a conocer todos los sistemas del mercado, «Y todos tienen inconvenientes», asegura. «Por ejemplo, el sistema de enterrado, en el que para no coincidir con los aspersores, las máquinas tienen que dejar zonas sin trabajar, o como el pivot, en el que las grandes ruedas que tiene, hace que no por donde pasen, la tierra no se fruto, amén de las averías. “Pensé que el mejor sistema tenía que ser aéreo, fijo, estable y que abarque la mayor cantidad de terreno posible”, explica su inventor.
“En este sistema, está prevista la automatización. Cuanto más grande sea la finca, habría que automatizarlo y hacerlo por sectores. Cada uno de los sectores podría tener cuatro o cinco árboles”, explica. “Cuando otros sistemas necesitan regar dos veces, vuelven sobre lo regado, mientras que este sería circular. Los primeros en regar, serían los primeros en volver a hacerlo, por lo que habría un tiempo igual entre riegos”.
El autor desconoce el coste final del invento, motivo por el que está llevando a cabo la construcción del prototipo. A pesar de ello, asegura que el coste del pivot son unos 3.500 Euros por hectárea “y a esto no va a llegar. Además, en 80 metros va a salir mucho más barato”, puntualiza.
El invento se encuentra ya patentado y ahora su promotor solicitará la patente internacional, “porque es un sistema que no está en ningún sitio”.
Por el momento, en las ferias ha tenido muy buen resultado, aunque su inventor asegura que «en España da miedo apostar por algo nuevo». Aún así, personal de la Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera (AIMCRA) ha mostrado su interés en presenciar la presentación del invento y Ángel Andrés ya tiene interesados en desarrollarlo y distribuirlo en Murcia, Marruecos y Portugal. “Hacer la patente ha sido muy fácil, porque se lo he dado a una agencia de patentes. Cuesta alrededor de 2.000 Euros la patente española, mientras que la internacional puede costar sobre los 40.000 Euros. La principal dificultad es que una empresa 2.000 Euros no le suponen nada, pero a uno como yo, es mucho dinero” asegura.
Está previsto que se realice una presentación en sociedad del invento y del prototipo, por lo que el promotor asegura que en la próxima cosecha habrá instalado alguno de estos dispositivos. “Vamos a tener la sede aquí en Guardo. No va a ser fabricación como tal, porque cuando alguien me pida que lo instale, compraré el hierro y se fabricará in situ”, asegura Ángel, quien calcula que generará unos 50 puestos de trabajo en la zona.
Actividad en Guardo
Ya está creada la empresa que se hará cargo de todo, Agrotrans Residuos Ganaderos, que generará dos plazas de administrativo cuya actividad radicará en Guardo. “Para cada instalación se va a necesitar un soldador de primera y soldadores cualificados. También me gustaría dar empleo a mujeres. Una mujer puede sostener perfectamente unos tirantes”, asegura el inventor, que advierte “que los soldadores de Guardo se pongan las pilas, que si son buenos, tendrán trabajo”, asegura. La idea de este inventor es realizar toda la distribución e instalación en Castilla y León desde Guardo, por lo que el empleo generado sería de la comarca. Por el momento, queda esperar a la presentación en sociedad de este invento y ver qué aceptación tiene entre los agricultores de la provincia.
Si tiene trabajo estaria interesado