Comarca

Las excavaciones en Villabasta permiten encontrar restos de seis represaliados

Olga Rusiñol ha seguido las labores de exhumación con la esperanza de que uno de ellos sea su abuelo

JOSE CARLOS DIEZ / VILLABASTA

El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y director arqueológico de la excavación de las dos fosas comunes halladas en el paraje de las Quintanas de Villabasta de Valdavia, Julio del Olmo, dio aviso ayer a la Guardia Civil del hallazgo de los restos de los seis cuerpos de los represaliados que habían estado sacando a la luz en los últimos días.
Hasta el paraje se desplazaron ayer una patrulla de la Guardia Civil de Buenavista de Valdavia y varios miembros de la Policía Judicial que, tras precintar los hallazgos, procedieron a dar aviso al juzgado de Carrión de los Condes.
Por su parte, la titular del juzgado de instrucción de la localidad carrionesa solicitó a los miembros de la benemérita un informe del hallazgo y solicitó que los miembros de la asociación continúen sus labores dentro de su protocolo habitual.
Después de un minucioso examen por parte de los miembros de la policía judicial y tras examinar las balas halladas en los cráneos de dos de los cadáveres, se realizó un reportaje fotográfico para poder adjuntarlo a su informe.
Durante todos estos días, la que ha estado presente en la exhumación ha sido Olga Rusiñol, nieta de Hermenegildo Rusiñol, uno de los dos represaliados de la Guerra Civil –contando al maestro de Mudá– que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica buscaba en el paraje de Las Quintanas antes de encontrarse con otros cuatro asesinados.
Esta vecina de Cervera de Pisuerga se enteró a raíz de otra persona que buscaba a un familiar «y me dijo que probablemente mi abuelo estuviera aquí, debido a que había aparecido tras su muerte un papel en la Casa del Pueblo en el que se se leía que estaba con el maestro de Mudá. Además, yo siempre oí a mi padre que le habían tirado en una cuneta entre Cervera y Saldaña, pero tampoco tengo la certeza», explicaba ayer Olga.
Hermenegildo Rusiñol fue detenido por la Guardia Civil junto a otro vecino de Cervera y estuvo preso en la localidad norteña, donde su mujer le llevó la comida hasta su desaparición.
En el momento de su detención tenía 34 años y dos hijos, uno de 2 años y otro de 13 meses.
Esta búsqueda ha resultado muy emotiva para Olga, ya que el día que comenzaron las catas para determinar la ubicación exacta de la fosa de Villabasta de Valdavia, se cumplían veinte años de la muerte de su padre, «y le hubiese gustado saber que por fin se va a buscar a su padre».
Ahora Olga Rusiñol intentará que se realicen las pruebas oportunas a los restos hallados para poder determinar su filiación y llegar a conocer si ha podido encontrar, por fin, a su abuelo, al que lleva buscando durante tantos años.

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