«He vivido de todo, pero estoy aquí»
Villaverde de la Peña celebra el centenario de Aurelia Incierte
JOSE CARLOS DIEZ / VILLAVERDE DE LA PEÑA
Un centenario no es habitual, y por ello, de obligatoria celebración. La iglesia de Villaverde de la Peña acogió ayer esa fiesta para Aurelia Incierte Fernández, una vecina que ayer logró reunir a casi todos sus vecinos y familiares. Y la familia se va ampliando más con la llegada de nuevos biznietos, que ya suman un total de trece, que acompañaron ayer a la abuela del pueblo, que fue también felicitada por sus cinco hijos y catorce nietos.
Quien tampoco quiso perderse la fiesta, fue el alcalde del municipio, Manuel Maza, quien le otorgó un reconocimiento del Ayuntamiento mediante la entrega de una placa, ni el alcalde pedáneo, también presente en la ceremonia.
Todo el pueblo se volcó con la centenaria, por lo que le entregaron un gran ramo de flores, lo que emocionó a la protagonista de la celebración, que consistió en una eucaristía que se realizó de una forma muy personalizada, con unas ofrendas relacionadas con su vida.
Así, por ejemplo, se significó su trabajo lavando la ropa de la mina ofreciendo una tabla de lavar, así como una baraja por su afición a las cartas o una manta de ganchillo por el gran número de labores que tiene confeccionadas.
Aurelia parece no tener secretos para estar tan bien como se mostraba ayer, pero lo que sí admite es que todos los días sale a dar un paseo por el pueblo, siempre que el tiempo lo permite «y voy con el bastón porque dicen que me da seguridad, pero no me gusta nada», confiesa.
Aunque cuenta una hora con ayuda a domicilio, pero solo se trata de una ayuda, ya que Aurelia se mantiene con plena vitalidad y continúa haciendo todas las labores de su casa. Eso sí, ayer se saltó la norma, y ya lo advirtió el día anterior. «No penséis que voy a guisar para tantos, que habéis venido muchos», argumentaba con gracia. Con la misma simpatía que contaba múltiples anécdotas sobre su vida, acerca de la que afirmó «de todo he vivido, pero estoy aquí».
Y ayer por encima de todo estaba feliz por encontrarse con toda su familia. «Me han hecho muchos regalos y me han hecho ilusión, pero lo que más me ha gustado ha sido estar rodeada de la gente que más quiero, de mi familia».
Uno de los momentos que más emocionó a todos fue cuando una biznieta se acercó y le entregó su regalo. Era una réplica de su bisabuela, vestida igual que vestía Aurelia ayer, que hizo que bisabuela y biznieta se fundiesen en un abrazo que fue aplaudido por todos.