Comarca

Centenario alejado de la mina

Mariano Casado festeja un siglo de vida arropado por sus allegados

JOSE CARLOS DIEZ / OTERO DE GUARDO

Mariano Casado celebró el pasado octubre los setenta años de casado junto a su mujer, Aurelia Cuevas, y en esa celebración se comprometió a llegar hasta el 15 de agosto de 2012, día en el que cumplía cien años. Ha realizado su promesa, y todo el pueblo de Otero de Guardo se ha involucrado en la celebración del centenario de este hombre con salud de hierro y la vitalidad de un roble, que no entraba en su propio cuerpo de la alegría que tenía. «Hoy no ha dormido de lo nervioso que ha estado», comentaba a su hijo Dámaso, quien tampoco podía esconder su satisfacción al ver a su padre con esa sonrisa.
La fiesta comenzó a las 10:00 horas, cuando nació Mariano. En la zona siempre se estiló tomar el ‘orujín’ por las mañanas, y ayer esa tradición se recuperó. Toda la familia se acercó a los bares del pueblo y eligió su bebida. Mariano prefiere la sidra, una costumbre que todos los días cumple cuando recoge a diario el periódico que le sube el panadero al bar y donde toma su sidra. A esta primera celebración se unió bastante gente del pueblo, que no quiso perder la ocasión de felicitar a su vecino más longevo.
Como si de Roma se tratase, todas las calles del pueblo llevaban al mismo lugar, a casa de Aurelia y Mariano, donde muchos vecinos se acercaron para transmitirle sus felicitaciones. Incluso, el alcalde de Velilla, Gonzalo Pérez Ibáñez, se acercó hasta Otero para felicitar al centenario y entregarle un obsequio del Ayuntamiento. «Me ha regalado un reloj precioso y un lote de libros muy interesantes», comentaba Mariano sobre la visita del alcalde, al que agradeció «lo importante del gesto, que se haya acordado de mí y haya venido».
Mucha gente felicitó a Mariano, pero los más importantes para él fueron las 43 personas que se juntaron en su casa: sus siete hijos, 16 nietos y nueve biznietos, amén de sus respectivas parejas. Los que no pudieron acudir fueron sus cinco familiares en Canadá, una nieta, tres biznietos y el marido, para quienes no faltó el recuerdo. «Me han mandado su regalo», señalaba Mariano. Esa familia recientemente ha crecido. Un nuevo biznieto, Unai, nacido este año y al que le separan de su bisabuelo cien años justos. «El mejor regalo que he recibido ha sido una foto de toda mi familia junta, me ha emocionado mucho», apuntaba muy emocionado.

Una orquesta para acompañar el cumpleaños

«Ya decia mi padre desde hace años que si llegaba a los cien, había que celebrarlo con una orquesta», comentaba ayer Dámaso. Así que dicho y hecho. A las 18:00 horas, toda la familia se desplazaba a las pistas deportivas de Otero, donde un camión escenario y un trío musical les esperaba para comenzar las primeras notas.

Aunque no se animó a bailar, Mariano sí que disfrutó viendo como sus hijos, nietos y biznietos disfrutaron de pasodobles y bailes latinos.

Sus siguientes metas serán los 95 años de su mujer, el 75 aniversario de su boda y poder celebrar el centenario de su mujer.

Compartir