Guardo admira los vehículos de la concentración de coches clásicos
Un Ford A de 1929 fue el modelo más antiguo, un Tiger Racing el más peculiar y una versión llegada de Madrid del Porche 911 el más lejano
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
El centro de Guardo se cerró ayer al tráfico para disfrutar con los vehículos que decidieron apuntarse a la IV Concentración de Coches Clásicos de la localidad. Así, modelos ya legendarios, como los primeros Ford Fiesta, alguno de los participantes en el rally de clásicos y otros no tan antiguos pero muy apreciados por su belleza fueron contemplados con admiración por cientos de guardenses.
Después de hacer una pequeña salida por la Ruta de los Pantanos, hasta Otero de Guardo, con regreso a la hora de la comida, se entregaron los premios al coche más antiguo, al más lejano y al más curioso de los 38 participantes.
Así, el más antiguo fue un Ford A, propiedad de Luis Rodríguez y que data de 1929. El más peculiar fue entregado a un Tiger Racing y el más lejano a una extraña versión de un Porsche 911 llegado desde Madrid. Asimismo, se reconoció la labor del dueño de un Seat 600 por su buena restauración.
Finalmente, la organización también elogió el cuidado de su 600 a Gaudencio Prieto, puesto que «está con las piezas de fábrica, no se le ha cambiado más que las ruedas y el aceite y nunca ha dado una avería» según comentaban los organizadores.
Los premios entregados fueron reproducciones en piedra realizadas por la Escuela Taller de Cantería de Guardo, cedidos por el Ayuntamiento de la localidad.