Guardo

Con el Ejército de Tierra como escolta

La cofradia del Nazareno y Santo Sepulcro de Guardo lamenta la suspensión de los desfiles del viernes

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

La semana santa de Guardo está sufriendo los rigores de la meteorología, que no ha sido especialmente permisiva con los cofrades. Y el viernes Santo en guardo no les permitió sacar a la calle ningún paso. Así, el Vía Crucis que cada año organizan con su imagen titular los cofrades de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Sepulcro tuvo que celebrarse en la iglesia de San Juan, algo que ya ha sucedido en otros años y que obliga a los nazarenos a realizar las catorce estaciones de esta procesión en el interior del templo más antiguo de Guardo.
Por la tarde, eran muchos los que deseaban poder ver la procesión del Entierro, la General del Viernes Santo, la única en la que procesiona el Santo Sepulcro de Guardo. En esta ocasión, cuatro guardias civiles y varios miembros de la Jefatura de Tropas de Montaña de Huesca, pertenecientes al Ejército de Tierra, esperaban a las puertas de la iglesia de San Juan la salida de este paso, al que iban a escoltar en su recorrido. También la Banda del Santísimo Cristo Resucitado esperaba a la puerta del templo la salida del paso de La Piedad, portado por los miembros de la Asociación de Fútbol Independiente AFI88.

Los cofrades de la Virgen de la Soledad y Santísimo Cristo de las Cinco llagas también esperaban impacientes la llegada de un claro en el cielo que permitiese la salida.

Finalmente, sería Carlos Monge, hermano mayor de la cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Sepulcro quien comunicase a las autoridades militares que la procesión quedaba suspendida, emplazándoles a la procesión del año que viene. «Quedan invitados desde este momento. Para nosotros es un honor contar con la presencia de esta escolta».
Esta noticia cayó como un jarro de agua fría, y la procesión propia de la cofradía Virgen de la Soledad que debía celebrarse a la medianoche, también tuvo que ser suspendida, aunque los braceros cogieron a hombros al Santísimo Cristo de las Cinco Llagas y los cofrades rezaron varias oraciones mientras la banda de la cofradía también entonó el toque de oración y la Marcha Real.

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