Velilla del Río Carrión

Ciertas mejoras bajo tierra, con polvo y humedad

JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA

Si bien es cierto que la mina continúa siendo uno de los trabajos más penosos, puesto que se trabaja bajo tierra, con polvo, humedad y suciedad, sí que es verdad que en los últimos años han cambiado muchas cosas en el tajo. Manuel Liñares, uno de los miembros del jurado del concurso de entibadores celebrado ayer y minero que vivió de primera mano el encierro en el pozo Las Cuevas de Velilla, explicaba ayer que, aunque él prefiere la madera para trabajar, «las empresas prefieren el hierro, porque se puede reutilizar. Siempre había gente curiosa a la que le quedaba muy bien, pero cuando estás trabajando a destajo, lo que más se mira es que quede bien asentado, algo que mirábamos con una piedra, la dejábamos caer y mirábamos si estaba bien», recuerda Liñares de sus primeros años en la mina. Este minero también reconoce que «en la galería es mejor utilizar hierro, porque tiene que durar más tiempo, pero la madera es más ligera y se trabaja mejor con ella». Aún así, reconoce que «la ventaja que ofrece ahora el posteo con postes hidráulicos es que rebajan el tiempo que se invierte en cada cuadro», reconoce el minero. En cuanto a la seguridad de los cuadros, Liñares destaca que prefiere la madera, «porque la madera te avisa de si el terreno está haciendo mucha fuerza o se está produciendo un hundimiento. Cuando la rampla se mueve, oyes crujir la madera, mientras que el hierro no lo oyes», recuerda de todos sus años en la mina. Sobre el trabajo que hay que hacer para postear, «con el hierro, posteas, das agua y está. Si te equivocas, puedes corregir, pero con la madera es mucho más complicado de trabajar. Puedes estar hasta una hora para que te quede bien, además de que en la mina es peligroso trabajar con el hacho, porque el espacio es muy reducido», afirma.

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