El cementerio de Guardo tiene espacio para enterramientos para otros diez años
La vida útil del camposanto, que funciona desde 1948, también dependerá de la creciente tendencia a las incineraciones
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
El cementerio municipal de Guardo, situado en la salida hacia Cervera de Pisuerga, está empezando a quedarse pequeño para acoger más enterramientos, una situación que preocupa, más en plena crisis económica.
El cementerio se construyó con la intención de acoger a los fallecidos que ya no cabían en el antiguo cementerio, situado cerca de la iglesia de San Juan, en las inmediaciones del Castillo. En aquel camposanto, los entierros concluyeron con los de Luis Ángel Calderón Macho, un niño de 6 meses fallecido el 30 de julio de 1948, y con el de Feliciano Cuadrado Bahillo, de 30 años y fallecido el 4 de agosto de ese mismo año.
Figura en los registros históricos que este vecino, Feliciano Cuadrado, «enterrado por Agustín Liébana por orden de Castor Arrán, fue el último enterrado en el cementerio parroquial del Castillo».
Un mes después, otro bebé, Pedro Vega Fernández, que falleció a los 3 meses, el 5 de septiembre de 1948, «enterrado en el Cementerio Municipal Católico por Castor Arrán de Frutos, fue el último entierro de don Castor y el primero en el cementerio nuevo», según recogen los escritos, que reflejan también que los siguientes dos enterrados fueron dos hermanas, María Concepción y María Teresa, fallecidas a los 19 días y al mes de edad, respectivamente.
Desde entonces han pasado ya 63 años y el que entonces era el nuevo cementerio vuelve a presentar problemas de espacio. De hecho, el alcalde de Guardo, Juan Jesús Blanco, afirma que el camposanto guardense «está saturado y ya nos hemos planteado en diversas ocasiones ampliarlo».
Haciendo un cálculo aproximado, el regidor augura una vida útil del cementerio para diez años, pero «para llegar a ese extremo, habría que llevar a cabo una gestión cuidadosa, en la que nos preocupemos también para que no haya nichos reservados sin pagar».
Nichos en lugar de panteones
Además, afirma que ya se habían tomado medidas preventivas, «porque en espacios que estaban destinados para construir mausoleos y panteones, se harán nichos con el fin de ampliar la capacidad del cementerio».
En cuanto a las fechas que baraja el regidor, también depende de la creciente tendencia a la incineración, que si sigue así, «hará falta menos espacio», si bien apunta que cualquier posible ampliación debe ser hacia el norte, «y no solamente habría que pensar en el espacio para los enterramientos, sino en otros servicios, como el aparcamiento», destaca el regidor del municipio guardense.
Asimismo, pensando en una posible ampliación, el alcalde destaca que «habría que plantearse hacer una zona dedicada a los fallecidos de otras religiones que no son la católica».