De vuelta al río Carrión
Una veintena de truchas atrapadas al vaciarse el canal de Guardo son rescatadas por agentes medioambientales
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León han rescatado del canal de Guardo una veintena de truchas, todas ellas de grandes dimensiones (de entre 30 y 65centímetros), que habían quedado atrapadas. Es una circunstancia que se suele repetir siempre que se vacía el canal.
Las truchas, una vez sacadas de estas zonas y metidas en cubos, fueron inmediatamente soltadas en el río Carrión. El año pasado fueron 37 ejemplares los que se sacaron, también de grandes dimensiones.
En este caso, según explican los agentes, más importante que la cantidad resulta la calidad reproductora de estos ejemplares, ya que las cantidades de hueva durante la reproducción oscilan entre 1.000 y 2.000 por kilogramo de trucha.
Esta labor también se suele realizar todos los años durante el verano, en los ríos que más acusan la sequía estival, como son diversos afluentes del Carrión, tales como el río Cardaño o el arroyo Miranda.
Las truchas quedan en pozas aisladas que se van quedando sin agua. Los agentes medioambientales, que vigilan los ríos también para que no se produzca esta situación, montan un operativo para capturar las truchas y devolverlas al mismo río, allá donde corra el agua.
La pesca eléctrica
El método que se suele utilizar es la pesca eléctrica, que consiste en meter un ánodo en el agua que provoca una pequeña descarga que produce un efecto de sedación y atrae unos segundos a los peces, momento que es aprovechado para atraparlos con sacaderas. De estas sacaderas, se meten en cubos y se trasladan al río. En caso de que haya muchas truchas, se dispone de un camión cisterna con oxígeno para asegurar su supervivencia.