Guardo

De luto en la literatura

La repentina muerte del escritor y ganador de numerosos premios Javier González Vega deja gran vacío en Guardo

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

Javier González Vega abandonó el jueves a los 56 años el mundo de la literatura y su propio mundo de libertad, de historias creadas sobre la imaginación. Las complicaciones derivadas de la fractura de una cadera como consecuencia de una caída a la puerta de su casa le provocaron una inesperada muerte en el hospital horas después.
En medio del dolor por su repentino fallecimiento, su familia está convencida de que al escritor guardense le hubiese gustado que se continuasen contando sus historias, pues desde niño nunca dejó de escribir hasta que la muerte le arrebató esta semana su pluma.
Con 14 años, y durante su internado en los Agustinos de Palencia, ganó en un concurso literario al Padre Villegas. Quizá eso fue lo que le motivó aún más a escribir. Nacido un frío 6 de febrero de 1955, comenzaba muy pronto a ganar los primeros premios literarios, pero sin duda el más importante es la III Olimpiada Literaria de la Juventud, que se adjudicó en 1974. Desde entonces y a un mínimo de dos premios anuales, continuó hasta el final.
Una carrera en la que las Justas Poéticas fue uno de los premios más repetidos, con tres primeros premios, el XIV Premio Nacional de Poesía El Yantar de Pedraza o el I Certamen literario Transeúntes, organizado por el Ayuntamiento de León, que aún pone los pelos de punta a su familia cuando se acuerdan de la dura historia que presentó al concurso.
En el 2000 repitió con las Justas del Camino de Santiago, además del primer Certamen de Poesía y Narrativa de Medina del Campo. En 2001, le llega un accésit del IV Certamen de Poesía Centro Cultural Blas de Otero. Pero sin duda, el año más prolífico fue el 2003, con el IV Certamen de Poesía José Agustín Goytisolo de Barcelona, además del Botijo de Oro de Dueñas en las Justas Poéticas, un concurso literario en La Guardia (Pontevedra) y el I Certamen Poético Mollina.
Se trata solo de una pequeña representación de sus premios, puesto que sus segundos galardones representan un número mayor a los 400 diplomas acreditativos. Además, en la comarca obtuvo los premios de los certámenes de Santibáñez y Velilla, al que hay que añadir otros dos provinciales en el Concurso Internacional de Cuentos de Guardo.
Tras estudiar Filosofía y Letras en Valladolid, el destino le llevó hasta Gerona, donde comenzó a trabajar como educador en una residencia, donde obtuvo la plaza de director, aunque finalmente no la ocupó porque no tenía los 20 años exigidos para el puesto.
Fue un hombre muy culto, que no se conformó con una carrera, por lo que continuó sus estudios de Graduado Social, aunque su carácter bohemio, su necesidad de libertad y su inquietud por la comunicación le hicieron huir del funcionariado y le llevaron a sumergirse en la emisora de Guardo, donde estuvo de locutor, así como de corresponsal de El Norte de Castilla en el municipio. Pero su trayectoria también pasó, entre otros trabajos, por la crítica de arte en Gerona y la dirección de teatro en Guardo, además de ser el director de la revista ‘Don de la Palabra’, fruto del taller literario que también dirigió.
Sin embargo, era una persona muy reservada, puesto que su madre se enteraba de todos los premios cuando llamaban por teléfono, no porque él les diese importancia. De hecho, su familia calificaba ya de normal cualquier premio «porque nos embelesábamos cuando nos contaba algo, en cada historia se superaba», comentaban ayer su madre, Mari Carmen Vega.
«Premiaban la originalidad de sus obras», explicaban sus hermanos Jesús y José María, quien, acordándose de una de las historias que le hizo merecedor de las Justas Poéticas, decía «el camino del que hablaba era otro, era un camino muy personal y muy suyo».
De hecho, los primeros admiradores se hallan en su casa, quienes recuerdan su última historia, que no pudo ver la luz y que llevaría por título ‘Los peces azules’. Ahora, su familia piensa en hacerle un homenaje, intentando recopilar todas sus obras y juntándolas en un libro, si bien la tarea se presenta difícil porque escribía siempre a mano o a máquina y no guardó copias de obras que envió a concursos.

COMPROMETIDO Y VINCULADO A MOVIMIENTOS SOCIALES

Javier González Vega fue un hombre querido y comprometido con su municipio. Durante años, participó en todos los movimientos sociales de la localidad. Primeramente, en la Plataforma Antidesmontes, de donde se desvinculó cuando se creó la Agrupación de Electores y el movimiento social se transformó en un partido político. Después, fue uno de los miembros fundadores del Foro Social de Guardo, que intentó evitar el cierre de la Residencia Fuentes Carrionas.

Compartir