Clavijo se viste de amarillo
El corredor del Seguros Bilbao Ibai Salas logra la victoria tras una escapada inicial de trece ciclistas
JOSE CARLOS DIEZ / AGUILAR
Tres etapas y tres líderes en la Vuelta Ciclista a Palencia. Ayer, en Aguilar de Campoo, Francisco Clavijo se vistió de amarillo y se une al elenco de los posibles favoritos al triunfo final.
Sin duda, el aire jugó ayer malas pasadas a los ciclistas que tomaron la salida en Santibáñez de la Peña. El viento impidió los intentos de fuga de la cabeza de carrera, que no pudieron materializarse hasta el kilómetro nueve del recorrido, cuando la cabeza de carrera, formada por trece ciclistas, consiguió una ventaja de 15 segundos con respecto al pelotón.
Las diferencias aumentaron en el alto del Cristo y en la escapada se empezaba a vislumbrar que el ganador de la etapa saldría de los trece fugados. Tan solo un grupo de perseguidores inquietaron a los escapados, pero las dudas se disiparon.
Al entrar en la provincia leonesa comenzaron los primeros problemas, ya que el campeón de España, Román Osuna, sufrió un pinchazo, aunque el incidente se solucionó rápidamente con una rueda que le prestó un compañero.
En la subida al Pando, la diferencia había aumentado a seis minutos, aunque en la coronación se llegó hasta los 6 minutos y 43 segundos.
Una vez pasados los dos puertos leoneses, el Pando y Monteviejo, se comenzó la ‘ruta de los pantanos’ por la provincia de Palencia. En la cabeza de carrera, un Julio Maiques muy activo intentaba fugarse en solitario, pero los rivales le controlaron de cerca.
Tras los intentos frustrados del palentino, los corredores Ibai Salas y Santiago Ramírez se pusieron de acuerdo y emprendieron una nueva escapada en solitario. Una aventura que llegaría hasta la meta situada en Aguilar de Campoo. En la línea de meta, los dos corredores disputaron al esprín la etapa. El ciclista de Seguros Bilbao superó por una escasa distancia al ciclista del Lizarte.
Hoy tendrá lugar la etapa reina de la Vuelta Ciclista a Palencia entre Aguilar de Campoo y el alto de El Golobar. Los favoritos entran en escena.