Con la vista en el cielo de Guardo
Los cofrades esperan que la lluvia no estropee la procesiones
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Quince días llevan los trajes de cofrade de Marisa García y Raquel García -madre e hija- planchados y preparados para todas las procesiones en las que toman parte en la Semana Santa de Guardo junto a su cofradía, la de la Virgen de la Soledad y el Santísimo Cristo de las Cinco Llagas. Marisa es una mujer de mucha devoción, y estos días teme porque la lluvia pueda empañar las procesiones o, peor aún, que tengan que suspenderse ante el riesgo para las imágenes.
A pocas horas de la procesión del Prendimiento, asegura que «nadie que no se haya puesto debajo de un paso sabe lo que se siente. Es algo que no puede explicarse con palabras», señala, mientras mira por la ventana de su balcón con la esperanza de que escampe y la lluvia deje paso a la penitencia. Marisa demuestra sus creencias durante todo el año, ya que es monitora de catequesis desde hace 17 años.
Tras siete años en la cofradía, explica cuáles fueron los motivos que le impulsaron a meterse en ella. «Siempre había querido tirar de un santo y aquí me lo permitían», explica, mientras que recuerda como le dijo a Miguel Ángel, el abad, «que yo quería tirar, no ser manola», explica, mientras comenta que «el Nazareno me llama mucho, pero cuando quise entrar no podía tirar».
Aunque tirar es más esfuerzo, Marisa justifica su decisión, de nuevo, con devoción. «Poder tener encima a la Virgen es un orgullo, la siento más cerca y puedes llegar a tocarla el manto» y no critica a las manolas «que pueden tener el mismo sentimiento, pero me siento diferente debajo del paso».
«Si un año no pudiera salir, lo sentiría muchísimo», cuenta Marisa, quien saldría desempeñando cualquier otra labor en la procesión «porque cuando lo sientes de verdad, te comprometes con el resto de compañeros y con el pueblo».
Y es que las imágenes que se ven en Andalucía de cofrades llorando cuando una procesión no sale «lo entiendo, porque llevas todo un año preparando la procesión y te tienes que quedar sin salir», apunta.
Todas las procesiones le gustan, pero la del Viernes Santo es su favorita. «Es la procesión del Silencio, sale la Virgen y el Cristo de las Cinco Llagas y ambas imágenes impresionan al público, que va a la procesión y el silencio te produce una paz interior indescriptible».
Lo que reclama Marisa es que la gente colabore más en la Semana Santa «porque es una pena que hayan quedado imágenes sin sacar», mientras recuerda que su padrino, Mamerto, «subastaba los santos y nos pegábamos por sacarlos y llevarlos a hombros», aunque también reconoce que, de aquella época «lo más llamativo era la subasta, porque la procesión casi era secundario».
Pero también ha querido animar a la Asociación de Fútbol Independiente (AFI), que durante la Semana Santa son portadores del paso de ‘La Piedad’, que se agrupen como cofradía, «se llamen como se llamen, pero que se unan, porque da mucha más elegancia a la Semana Santa. Se podría unir más gente y la Semana Santa ganaría. Además no es mucho esfuerzo, porque sólo hay que hacer los estatutos y que los vise el Obispo», afirma, mientras recuerda que «la Banda del Cristo Resucitado podría ser perfectamente la de su cofradía, por lo que el esfuerzo sería mínimo».
Además, también pide que la cofradía de la Virgen del Carmen, la más antigua y numerosa de Guardo, procesione con hábito, y que de esa manera puedan resultar más visibles y que más gente se implique.
Marisa no quiere forzar a nadie a involucrarse «porque tienes que vivirlo y estar muy convencido de querer entrar a formar parte». En cuanto a las bandas, las considera un elemento fundamental. «El paso lo llevas de otra manera y es más animado. Te animas a levantar la imagen como un gesto de orgullo, como un halago, porque te ha acompañado toda la procesión y quieres dedicarle a tu Virgen la música de la Banda».
Otro cofrade, Cecilio Sagüillo, propone que se habilite un local para que todas las imágenes puedan ser expuestas durante todo el año y no tengan que guardarse desperdigadas en sótanos y garajes hasta la próxima Semana Santa.