A cumplir los 23 años
La Asociación Cultural Barrio Barruelo tiene todo preparado para celebrar esta noche la representación de La Pasión
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
La Asociación Cultural Barrio Barruelo tiene todo preparado para lo que será esta noche una nueva edición de La Pasión, que este año alcanza la vigésimo tercera edición ininterrumpida que se celebra. Según relataba ayer Justo Arnáiz, presidente de la asociación, «hace 24 años nos juntamos en una reunión y hablamos de que en Semana Santa no se hacía nada. Al final terminamos representando la Pasión y, al año siguiente, el Encuentro», resalta orgulloso y casi sin acordarse de las primeras representaciones.
Hoy son muchas las novedades, aunque pasen inadvertidas, como son la mejora del sonido, los efectos especiales y el esfuerzo de los actores por mejorar en la interpretación y puesta en escena, lo que hace que la representación quede mucho más natural.
Otra de las novedades es que este año Jesús no será el mismo de siempre, sino que tendrá nueva cara, la de Cristóbal Martín Bañuelos, un joven de 22 años -los mismos que ediciones lleva la Pasión-, que lleva participando en la representación desde los 7 años. Ha interpretado los papeles de romano, tres años de ciego, cuatro años de ladrón (en la cruz) y uno de sanedrín, hasta llegar al protagonista de la obra, Jesús.
Muchos años de representación, con no menos anécdotas, aunque las más llamativas están relacionadas con el ahorcamiento de Judas. «Uno de los primeros años, un hermano del que interpretaba el papel de Judas, se rompió un dedo al intentar ‘salvarle’ al pensar que se estaba ahorcando de verdad», comenta Justo, que también recuerda la caída de Judas hace ocho años, cuando las medidas de seguridad no quedaron bien enganchadas. «Por suerte sólo se llevó un golpe», recuerda Justo.
Pero también hay anécdotas más graciosas, como los huevos que han llegado a poner algunas de las palomas que se sueltan al final de la actuación.
Aunque sin duda, hay un extremo que es preocupante, como la baja participación, y es que este año intervienen 78 actores en la representación, además de los cuatro técnicos de sonido, luces y vídeo, mientras que el número necesario para representar la obra con cierto desahogo sería de 100.
Pero las dificultades que tienen que sortear desde esta asociación cultural no son sólo de personal, sino también económicas, y es que incluso las túnicas tienen que ser remendadas ante la falta de dinero. «Este año hemos tenido la suerte que una chica de Saldaña nos ha regalado unas telas y podemos tener alguna túnica nueva», explica, agradeciendo a los tradicionales benefactores del acto. «Tenemos la intención de mejorar muchas cosas, pero nos hacen falta medios», resaltan mientras muestran cómo, con retales de otras piezas, han podido renovar parte de los soportes para los focos.
Ayer se dejó todo preparado, incluidos los últimos retoques con las luces del alumbrado para que todo esté listo y de lo único que haya que preocuparse sea de que no llueva.
Lo que no termina de arrancar es la petición del reconocimiento como fiesta de interés turístico regional, puesto que el primer requisito -que es llevar más de veinte años-ya se ha cumplido, aunque Justo se muestra esperanzado para que pronto se pueda llevar a cabo la petición. Y es que llueva, nieve, haga frío o calor, esta representación nunca se ha visto interrumpida.
La asociación aprovechó ayer para pedir la unión entre cofradías y la Pasión, con el fin de poder mejorar la Semana Santa. «Nos han dicho de todo y nos han criticado por acompañar en las procesiones, pero nos lo han pedido y nos gusta hacer cosas por el pueblo», añade, a la vez que reclaman que se unifiquen criterios para mejorar la Semana Santa.