EN TRES MINUTOS Laura Morán Rojo Gobernanta del centro sociosanitario
«Es gratificante poder ayudar a los mayores, aunque sea un poquito»
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Esta guardense nacida en Palencia cursó sus estudios en la localidad norteña, para volver luego a la ciudad, esta vez a estudiar varios módulos de grado medio. Su apego a las raíces le hizo regresar a la montaña para trabajar, ya fuese de monitora de tiempo libre en el centro de día de personas mayores o de socorrista, hasta llegar al centro sociosanitario, donde Laura Morán trabaja de gobernanta.
-¿Cuál es su cometido en el centro?
-Mi misión es ser un poco encargada. Me ocupo de la limpieza, la cocina y el mantenimiento, sobre todo a la hora de realizar los pedidos y coordinar el trabajo.
-¿Qué supone trabajar con personas mayores?
-Mi trabajo no es directamente con ellos, por eso quizá no sea tan sacrificado como el del resto de las personas que sí que tienen un trato directo y, por tanto, ayudarles y cuidarles. Es muy gratificante poder ayudarles, pero estás tratando con gente mayor que al final siempre terminan empeorando y te crea mucha angustia.
-¿Qué es lo más gratificante de su trabajo?
-El poder ayudar, aunque sea un poquito, el poder brindarles algo de ayuda.
-¿Se aprende mucho de los mayores o el trabajo impide poder escucharles?
-La gran mayoría tienen enfermedades mentales, y lo que aprendes estando con ellos día a día es como afrontar las situaciones, cómo poder ayudarles o cómo hablar con ellos. En nuestro caso, no aprendes directamente de ellos, porque la mayor parte son personas con Alzheimer o demencia senil.
-¿Ha trabajado con otros colectivos, como niños?
-Sí. Antes de venir a Guardo he estado en granjas escuela y he trabajado como monitora y les enseñaba a los niños natación. La verdad que fue un gran cambio empezar a trabajar con mayores.
-¿Con cuál se quedaría?
-Es muy diferente. Es cuestión de comodidad. Cuando cambias, te cuesta más trabajar con el colectivo con el que empiezas, pero una vez que llevas tiempo, te resulta igual de fácil. Me he sentido gratificada en ambos casos, por lo que no puedo elegir uno. Lo más complicado es, como decía, el cambio.