Una chuchería de corteza de patata
Dos cocineros enseñan a comer bien a escolares de 9 y 10 años de Velilla
JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA
No todas las chucherías son malas. Si se elaboran artesanalmente, como hicieron dos cocineros profesionales el jueves en el colegio de Velilla, puede resultar que los niños aprendan a comer mejor. La chuchería fue el gancho de una jornada promovida por la Asociación Euro-toques -integrada por más de 3.500 cocineros de 18 países- para enseñar a los niños unos buenos hábitos alimenticios.
Pilar Pedrosa y Jesús Tortajada, cocineros de la asociación europea Euro-Toques acudieron el jueves hasta el colegio Nuestra Señora de Areños de Velilla del Río Carrión, donde los escolares de 9 a 10 años disfrutaron de una amena jornada en torno a los hábitos alimenticios.
Como hacen en otros centros, los cocineros les dieron una clase sobre el gusto y los alimentos para que los niños tomen contacto con los sabores. Y para que probaran los cuatro básicos, prepararon un desayuno, que consistió en una torta de pan con aceite de Jérez para el sabor amargo, una loncha de cecina para el salado, zumo de naranja con limón para que distinguieran el ácido y un poco de chocolate para que saborearan el dulce.
Además de la tosta de pan, ya se sabe lo que dura una chuchería en un colegio. Y precisamente por este éxito y por el cosechado el pasado año en el colegio Las Rozas de Guardo con una piruleta artesanal, Jesús Tortajada se atrevió a hacer una chuchería ‘no industrial’ para los niños. «Se trata de una corteza de patata, sin aditivos, únicamente con patata, pata que vean que no todas las chucherías son malas» indicó el cocinero, quien explicaba que estas charlas son una actividad «muy arraigada entre nosotros, porque nos gusta mucho transferir a los niños hábitos saludables de alimentación», destacó.
Según el cocinero, se trata de una actividad muy agradable, en la que los niños disfrutan aprendiendo, «aunque cabe destacar que en las zonas rurales la alimentación es más variada, conocen muchos más alimentos y utilizan menos la bollería industrial.