Zapatero pide a la UE que agilice la autorización de las ayudas al carbón
Los sindicalistas encerrados en Industria no dejarán la protesta hasta que Alonso y Viloria paguen los salarios
JOSE CARLOS DIEZ / Báscones de Valdivia.
Retenciones
La no resolución del Ministerio de Industria y la convocatoria de cuatro días de huelga por parte de los sindicatos no han satisfecho a los mineros palentinos que, después de haber cortado varios días la autovía A-231, decidieron acudir ayer a la N-627 que une Aguilar de Campoó con Burgos, donde cortaron a la altura de Báscones de Valdivia. Si hasta ahora las protestas habían sido meramente informativas, ayer ya fueron más serias y los mineros mostraron su indignación con los sindicatos quemando y cortando los carnets de sindicalistas de UGT.
Aunque la Guardia Civil respondió rápido a la protesta y consiguió desviar el tráfico de turismos por Mave, los camiones no pudieron ser desviados y los mineros consiguieron más de dos kilómetros de retenciones. Finalmente, ante la inminente continuidad de la protesta, que duró una hora y tres cuartos, la Guardia Civil envió un contingente de 25 antidisturbios que, tras una breve negociación, lograron disuadir a los manifestantes.
Carlos Rico, uno de los mineros que protagonizan los cortes, fue el primero en quemar su carnet de sindicalista, y tachó de «hipoteca para este país» a los sindicatos que «nos han vendido. «Hacen reuniones aquí y allá y fiestas que pago yo con las cuotas y a las que luego no nos dejan entrar» gritaba indignado en relación a la fiesta de Rodiezmo.