El municipio de Guardo vive un parón total al volcarse con los mineros

Comerciantes y empresarios cerraron sus negocios y se desplazaron a Velilla y a Palencia

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

Guardo parecía casi un pueblo fantasma porque coincidiendo con la huelga general el municipio se volcó con la minería, pendiente de la aprobación del real decreto de las ayudas del carbón. Aunque las administraciones y los colegios e institutos registraron una actividad casi normal, los comercios de Guardo mantuvieron cerradas sus puertas durante toda la jornada.
Desde las panaderías hasta las tiendas de ropa, pasando por peluquerías, tiendas de electricidad, librerías e incluso los bares cerraban ayer sus puertas colgando un cartel que justificaba que no hubieran levantado su persiana por su apoyo a la minería. Solamente estuvieron abiertos los supermercados, aunque el número de clientes disminuyó respecto a otras jornadas.
El apoyo al sector minero hizo también que muchos comerciantes se desplazaran a Palencia a apoyar la marcha, y también a Velilla al esperado momento de la salida de la mina.