MineríaVelilla del Río Carrión

¡Papá, sube pronto de la mina!

Los mineros encerrados en Velilla no dejan de recibir apoyos de familiares y amigos, o, como ayer, del club motero Villa de Guardo

JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA

Los mineros encerrados en el pozo Las Cuevas de Velilla del Río Carrión no dejan de recibir apoyos de toda la comarca. Ayer fue el turno del motoclub Villa de Guardo, del que unos veinte miembros, se acercaron hasta la explotación minera a preparar una comida a los trabajadores. Los moteros del Villa de Guardo decidieron cocinarles una gran paellada que, además de una suculenta comida, fuese un festejo y un acto de hermandad que aportase ánimos a los mineros. Algunos de estos moteros son mineros prejubilados o jubilados que aprovecharon la oportunidad para apoyar a sus compañeros y solidarizarse con ellos.
Son ya cinco días los que los mineros del pozo Las Cuevas llevan encerrados, muchos con dolencias en la espalda o respiratorias, aguantando un 80% de humedad a una temperatura media de 16 grados, unas condiciones que, según afirman, pronto podrían empezar a afectar a su salud, y que ya han comenzado por dejar afónicos a algunos.
Pero todo esto les da igual, y es que, aunque un encierro como este causa pronto estragos en el ánimo y en la salud, los mineros insisten en que no saldrán del tajo hasta que su problema no se solucione. «No queremos que nos paguen los dos meses de sueldo que nos deben para que dentro de poco estemos otra vez igual. Queremos erradicar el problema y que se firme el Real Decreto. Una vez que eso esté hecho, ya tendremos el futuro algo más asegurado», comentaba ayer Juan Carlos Liébana.
Por su parte, Jonathan Llavador Coya, el más joven de los encerrados, lleva casi dos años en el tajo y se ve inmerso en un encierro del que no sabe cuándo saldrá. «Es muy duro, pero hay que hacerlo. Los ánimos los tenemos arriba, vamos tirando como podemos. No podemos permitir que nuestro futuro sea tan incierto, por eso seguiremos aquí», sentenciaba seriamente.
El encierro está empezando a volverse duro para todos. Para los mineros, por las condiciones tan extremas que sufren bajo la tierra, y para las familias, por lo duro que es estar separados de sus seres queridos «por algo tan sencillo como una firma», comentaba ayer la mujer de uno de los mineros. Los niños también notan la ausencia de sus padres, y ayer, sin ir más lejos, Iván dedicó al suyo un duro dibujo, que emocionó al minero, en el que le retrataba en la mina con un mensaje: «Vuelve a casa pronto».
Además, ahora ya cuentan con una pizarra, en la que ir apuntando sus días de encierro, para no perder la noción del tiempo que pasan encerrados. Todas las mañanas leen los periódicos, una de las pocas diversiones que se pueden tener a 500 metros bajo tierra, donde los mineros sólo pueden jugar a las cartas, hablar, pasear para que no se les agarroten los músculos o tumbarse en unos colchones tirados en el suelo de la mina.

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2 comentarios en «¡Papá, sube pronto de la mina!»

  • Jose Carlos, te felicito por las noticias sobre el encierro de los mineros. He llevado a mi blog, una de tus reseñas para que mis lectores puedan saber del problema que afecta a nuestros mineros y de alguna manera apoyarlos con nuestra solidaridad

  • Maripaz me ha acercado a ti, a tu blog… a esta noticia vivida casi desde el día a día. Siempre al lado de la gente honrada que sufre y lucha por su trabajo. Saludos

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