Tres MinutosVelilla del Río Carrión

EN TRES MINUTOS Juan Carlos Martínez Párroco de Velilla «He aprendido mucho de los velillenses en estos cinco años»

JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA

Juan Carlos Martínez es desde hace cinco años el párroco de Velilla del Río Carrión, donde se ha encontrado verdaderamente bien. El próximo 5 de septiembre abandona esta parroquia con el fin de prepararse para marchar en diciembre a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, donde participará en la misión de su amigo Nicolás Castellanos, ex obispo de Palencia. La cercanía al pueblo y el cariño con que se le ha acogido han hecho que incluso el Ayuntamiento haya contado con él para pregonar las pasadas fiestas de la localidad norteña.

-¿Cuál su balance de estos cinco años?

-Son cinco años donde me he sentido muy acogido. He aprendido mucho de las personas que residen aquí. Yo les he entregado todo lo que era y lo que tenía, incluyendo mis fallos y mis limitaciones. Al final lo que queda es una experiencia muy bonita y enriquecedora.

-¿Le da pena dejar la zona?

-Mucho. Durante estos cinco años he compartido tantas cosas con las personas que viven en el pueblo que ahora que me tengo que ir me da mucha pena. Son tantas alegrías, esperanzas, sufrimientos, dolores… Es romper con todo eso, algo que era muy importante.

-¿Cómo se sintió al saber que le eligieron pregonero?

-Fue un honor que me hiciesen ese encargo. Dar el pregón es un orgullo.

-¿Tiene algún recuerdo especial después de estos cinco años?

-Sí, una de las cosas que más recuerdo cuando llegué fue la primera nevada. Como vengo de Tierra de Campos, al principio me gustaba que nevase, pero ahora que me voy, puedo decir que estaba harto de la nieve. Eso se debe a que he acabado harto de palear. Me tocaba limpiar bastante, así que he terminado pensando: ¡que nieve en el Espigüete!

-¿Qué le dirá a su sucesor?

-De momento no sabemos quién va a venir. Lo que le diré es que Velilla, tanto el pueblo como la unidad pastoral, que incluye a diez pueblos hasta La Lastra, es un sitio donde las personas participan y colaboran. Cuando se les pide ayuda están dispuestas, son personas acogedoras y hospitalarias.

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