«El público que más nos gusta es el que participa y se implica»
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
La argentina Gabriela Maiztegui se dedica junto al aguilarense Mariano Mangas a llevar por toda la geografía la canción clásica y melódica. Fueron los encargados de despedir en Guardo el año junto a los mayores del centro de día.
-¿Cómo se conocieron?
-Gabriela: A través de una amiga en común, otra cantante que no podía dedicarse a esto y que le dio mis datos a Mariano. Fue un comienzo mágico, porque fue encontrarnos, que fluyera aquello y tocar. Los temas los sacábamos sobre la marcha, y fue mi salvación para poder viajar a otros estilos que me gustaban más.
-¿Qué estilos no les gustan?
-Gabriela: Canción popular y pachangueo con orquestas. Son muchos años dedicándome a ello y es mucho desgaste. Son entre cuatro y cinco horas en el escenario, y no se puede comparar a las actuaciones con Mariano, en las que se puede disfrutar de una forma más cercana y tranquila.
-¿Y qué público les gusta?
-Mariano: Todos, pero son canciones que la gente de 20 años no conoce, pero, sin embargo, las personas de más de 30 conocen la mayoría. Cantamos canciones que son joyas en sí mismas y que hacen que saquemos la nostalgia del público. El público que más nos gusta es el que participa, disfruta y se implica.
-¿Qué supone que gente joven lo cante?
-Gabriela.: Me quito el sombrero. La música es algo de nuestros antepasados y si se muestra un interés, puede continuar. Me llama la atención cuando los niños acuden a un espectáculo y ven que las caras de sus abuelos y padres cambian. Entonces sienten esa magia y se dan cuenta de que acá pasa algo.
-Mariano: Cuando tenía 16 años escuchaba a Serrat, a Aute…, y creo que los de hoy no tienen la suerte de escuchar esa calidad de música. No se si se volverá a hacer música de tanta calidad.
-¿Alguna anécdota?
-Gabriela: Una vez, en un pueblo, se subió un señor al escenario y comenzó a decir: «¿sabéis lo que se ha hecho hoy aquí?», y se dirigía a la gente para decirles: «hoy aquí se ha hecho magia, se ha arrancado una sonrisa, se ha hecho música». Eso nos llenó y nos hizo mucha ilusión.