Una seña de identidad
La veterana joyería Aparicio lleva más de medio siglo editando los programas de mano de las fiestas
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Desde 1952, los guardenses pueden disfrutar de uno de los establecimientos familiares más entrañables de la localidad. En la Calle Mayor lleva desde entonces la joyería-Relojería Aparicio, ahora en manos del hijo del fundador, Eugenio Aparicio.
Se trata ya de 57 años en los que la cordialidad hacia los clientes y los detalles y colaboraciones con el pueblo nunca han faltado. Y es que una de las curiosidades de este establecimiento, que ya se ha convertido en una seña de identidad del mismo, es la edición de un programa de mano en el que figuran absolutamente todos los actos de las fiestas patronales de San Antonio de Guardo.
Eran los años cuarenta cuando Eugenio Aparicio López, fundador del establecimiento, descendiente de León y criado en Mansilla de las Mulas (León), recorría los pueblos arreglando y vendiendo relojes y estilográficas. Por aquel entonces, se dedicó a enseñar el oficio a toda su familia, repartida por toda la geografía castellano y leonesa.
Pero no solamente le enseñó su oficio a los más cercanos. En Quintanar de la Sierra (Burgos), Eugenio se encontró con una familia de imposibilitados con distrofia muscular, a los que quiso mostrar que eran capaces de superar su discapacidad y les enseñó todo lo que sabía sobre su oficio.
Fue en aquella época cuando Eugenio fundó su establecimiento en Guardo, cuando comenzó a colaborar en todos los eventos celebrados en la localidad. «No le hacía falta nadie, era suficientemente capaz de crear la idea y de llevarla a cabo. Una persona como él, que ha conseguido todo esto, tiene que ser iniciador», comenta su hijo Eugenio, más conocido como ‘Geni’. Desde un principio comenzó a ofrecer a sus clientes el programa de mano de las fiestas de San Antonio. Más de medio siglo han pasado desde que mandase imprimir el primero de todos los que ha editado, con distintos formatos, aunque siempre adaptados a su uso.
«Es un servicio que se da a todos los clientes, porque se buscaba la versatilidad, ya que el programa que envía el Ayuntamiento es más amplio y más grande. No es un orgullo, se hace con el afán de colaborar con el pueblo. Llevamos toda una vida dando el producto, y que la gente te venga a pedir el calendario, la agenda o el programa te indica que puedes seguir adelante», afirma.
Ahora, su hijo Geni continúa con la profesión, al igual que gran cantidad de familiares a los que Eugenio enseñó su oficio. «Continuo con la joyería por vocación. Tengo mi carrera de óptico, pero me siento a gusto en mi pueblo, con mi gente. Estudié la carrera porque estaba vinculada. En los años cincuenta, la joyería y la óptica estaban concatenadas. Incluso nosotros teníamos para montar gafas y cristales», explica.
Ahora, el motivo de continuar con la tradición de la edición del programa de mano no es más que el hecho de que sea un seña de identidad del establecimiento. Según comenta Geni, «buscamos prestar un servicio los clientes. Por eso, enviamos nuestro programa a los pueblos, como Santibáñez, Velilla, Villalba, Camporredondo o a Otero, donde el Ayuntamiento no llega. Creemos que es una forma de que puedan venir a nuestra localidad a vivir estas entrañables y populares fiestas», explica el joyero.