EN TRES MINUTOS ASUNCIÓN BALAGUER ACTRIZ PREMIO A LA COHERENCIA EN GUARDO «Paco Rabal era quien tenía talento y le ayude a ser grande»
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
La actriz Asunción Balaguer (Manresa, 8 de noviembre de 1925) ha sabido conjugar el cine y el teatro a lo largo de su carrera. Unida al también actor Francisco Rabal desde 1950 hasta su muerte, en el 2001, Asunción Balaguer interrumpió su actividad artística para atender a su familia, y posteriormente retomó su carrera con buen criterio, participando en los últimos años en un gran número de películas. Sus hijos Benito y Teresa y su nieto Liberto Rabal han continuado la saga familiar, tanto en la interpretación como en otros campos artísticos. En la noche del jueves recogió con emoción en Guardo el Premio a la Coherencia, que concede anualmente la agrupación local de Izquierda Unida.
-¿Qué ha significado para usted este premio?
-A mí me ha halagado personalmente, pero también honra a esta gente de Izquierda Unida de Guardo por haber creado y mantenido este premio, que es distinto a los demás, es un premio espiritual, a los valores éticos, lo que me parece muy importante en este mundo de ahora muy materialista. Es un premio para siempre. Deberíamos darnos cuenta de que Cervantes murió en la indigencia, pero España se vanagloriará siempre de Cervantes. El arte y la cultura pueden más que todo el dinero del mundo, que no vale nada.
-¿El hecho de que su marido estuviese nominado y que ahora el premio haya recaído en usted, significa algo?
-Me ha parecido que es un premio compartido. Él me enseñó a ser coherente. Paco me enseño muchas cosas. Las personas piensan que le ayudé, y le ayudé no creándole problemas, facilitándole la vida, ayudándole a que él pudiera ser grande, porque el talento lo tenía él. Si le ayudé fue en ser una buena compañera.
-¿Qué supuso en su vida Paco Rabal?
-Ha sido muy importante, era una persona generosa. Nos hicimos juntos. Él comenzó a hacer cine y yo marché a América. Si le iba bien, regresaba, y si no, se vendría él conmigo a América. Me llamó, regresé y nos casamos en el año 51. Luego seguí trabajando, pero cuando le empezó a ir bien, yo preferí quedarme en casa, ya que era más necesaria allí. Mi puesto entonces estaba ahí.