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Los ataques de lobos se trasladan a la comarca de Guardo y causan cuantiosas bajas en el ganado

Un ternero atacado por los lobos en Otero de Guardo.

Los vecinos de Valcobero, Camporredondo y Otero afirman haber visto hasta veinticuatro cánidos en los últimos días

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

Los ganaderos del norte palentino, en concreto de la zona de Otero de Guardo, han denunciado que los lobos están provocando continuos ataques a sus reses. Sólo en Otero, un ganadero ha perdido doce ovejas en las últimas semanas, y el pasado fin de semana otro vecino perdió un ternero por las mismas causas. Los afectados consideran que se trata de una situación insostenible para sus economías y exigen soluciones rápidas.
Los dueños de cabañas ganaderas en la comarca de Guardo están convencidos de que este año los ataques de los lobos se están intensificando. «Estamos perdiendo muchas reses, que desaparecen del campo tras ser víctimas de los ataques», señalan los afectados. La situación se hace insoportable para los ganaderos que tienen la valentía de continuar esta actividad en esta comarca. Concretamente, en Otero son tres los ganaderos que quedan -Catalina Mancebo, Jaime Casado y Pilar Mancebo-, que se muestran muy preocupados por la llegada de los lobos.
Según han señalado otros afectados, entre las localidades de Valcobero, Camporredondo y Otero de Guardo se han visto hasta veinticuatro lobos en los últimos días, y sólo en el término de Otero de Guardo se han observado manadas de nueve cánidos en busca de comida.

Autorizar más batidas

Los ganaderos de la comarca de Guardo están convencidos de que la aparición de tantos lobos en este entorno está en relación con las batidas que se han autorizado en la zona de Cervera. «Lo lógico sería que también aquí se autoricen batidas para alejar a estos animales», consideran los ganaderos. «Los lobos nos están haciendo la vida imposible, porque van a liquidar la ganadería de la Montaña y nos vamos a dejar sin ingresos y sin nuestra actividad económica», aseguran las familias ganaderas de Otero de Guardo, mientras esperan una solución al problema.

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