La provincia se llena de ramos
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
Las carrozas con la borriquilla representando la entrada de Jesús en Jerusalén recorrieron ayer las calles de numerosos pueblos en el primer desfile por excelencia de la Semana Santa. El mundo rural palentino también celebró la soleada jornada que sirve de preludio de la Semana de Pasión con una tradición que se mantiene viva: la bendición de los ramos. Las palmas adornaron las ventanas y balcones de muchas casas rurales. Bandas de cornetas y tambores acompañaron a los desfiles, que recorrieron las calles de Carrión, Aguilar, Guardo, Astudillo y Saldaña, entre otros pueblos.