Dos años sin Casa Consistorial

Tras cumplirse dos anualidades del derribo del Ayuntamiento, el alcalde no ve posible que las obras del nuevo puedan comenzar antes del 2010

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

Dos años se cumplieron el viernes desde que en un nevado 20 de marzo el cazo una excavadora penetró por el tejado del ala norte del edificio del Ayuntamiento de Guardo para demoler el inmueble como paso previo a la construcción de un nuevo Ayuntamiento. A tres meses de las elecciones municipales del 2007, el anterior alcalde, Carlos Rojo, que ya entonces sabía que no podría concurrir a una nueva elección por el PP, porque había otro candidato -el actual regidor Juan Jesús Blanco- dio la orden de derribar la Casa Consistorial.
Ahora, dos años después, la plaza del Ayuntamiento continúa con un solar vacío, asfaltado y con la forma de ele que tenía el antiguo Consistorio. También se pueden observar dos carteles que anuncian la construcción del ‘Nuevo auditorio-Ayuntamiento’ con la imagen del primer anteproyecto.
Dos años después, los servicios municipales continúan desperdigados en las dependencias de la Casa de Cultura, con el consiguiente malestar de los que piensan que ahora están más lejos los departamentos a los que tienen que acudir, y los que opinan que fue una falta de previsión derribar el viejo edificio sin pensar antes en disponer del dinero para construir uno nuevo.
El actual regidor y heredero de esta situación, Juan Jesús Blanco, se muestra optimista y cree que más pronto que tarde los vecinos de Guardo y la corporación municipal podrán disponer de un nuevo ayuntamiento. Blanco piensa que con un cálculo del coste real del proyecto, que en las primeras estimaciones quedaba muy por debajo de la realidad, el edificio del Ayuntamiento y el auditorio costaría 8,9 millones de euros.
El nuevo equipo de gobierno también ha considerado que una buena idea sería dotar al centro de Guardo de un aparcamiento que podría situarse debajo de la plaza del Ayuntamiento y que sirva también para nivelar todo el espacio existente, con lo que el coste total se alargaría hasta los diez millones de euros, a los que habrá que sumar otros 400.000 para acometer el arreglo de la plaza una vez concluidas todas las obras previstas.
Aunque optimista, el alcalde guardense también reconoce que la situación actual, con la crisis de lleno, es complicado pensar en una inversión de estas características en el municipio. «Ahora mismo, disponemos de 3,6 millones de euros comprometidos con el Ministerio de Fomento y la Junta, además de otros dos millones de euros correspondientes a una subvención del Plan Miner para construir el auditorio», cuantifica el alcalde, consciente de que cuenta con algo más del 50% del coste total de la obra, pero queda casi otro tanto de dinero que habrá que buscar para poder ejecutar el nuevo ayuntamiento.
Los pasos emprendidos para poder acometer la construcción van dirigidos a «adelgazar» adelgazar el proyecto lo más posible y hablar con los arquitectos autores del proyecto para dividir el edificio de manera que se pueda realizar en varias fases. «Pero aunque se pueda edificar en varias fases, es casi imposible que se pueda licitar algún tramo de obra antes de que finalice este año», advierte también el regidor.
No obstante, Juan Jesús Blanco, ve posible que se pueda iniciar la edificación en el año 2010 para que culmine en el 2012, ya que se prevé que las obras se prolonguen durante año y medio. «Creo que a los vecinos no les preocupa en exceso la falta de un edificio del Ayuntamiento, aunque sí les puede indignar que se haya derribado el que teníamos. Si la gente tiene un ayuntamiento, mucho mejor, pero lo que a los guardenses les quita el sueño es la falta de oportunidades de empleo y la crisis que padece la localidad», insiste finalmente el regidor local.

Un proyecto a la espera de dinero

El futuro complejo municipal -Casa Consistorial, auditorio y aparcamiento- contará con una superficie construida de 6.000 metros cuadrados.
El auditorio dispondrá de una capacidad de 458 plazas en butacas, según el proyecto, al que después del tiempo transcurrido, los vecinos siguen mirando con incredulidad, pensando que quizá Guardo no vuelva a tener un nuevo ayuntamiento y que el viejo no debió derribarse sin tener dinero para edificar uno nuevo.