La comarca sale a la calle para exigir con fuerza una UVI móvil y un hospital
En torno a 5.000 personas secundan una multitudinaria manifestación que reclamó «justicia con una tierra tan necesitada de apoyo institucional»
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
«Siempre que el pueblo se manifiesta, cuando sale a la calle para quejarse en voz alta, es porque algo ha fallado antes. Generalmente suele ser que no se ha sentido escuchado ni valorado por aquellos en quienes mayoritariamente había depositado su confianza». Estas duras y a la vez simbólicas palabras pertenecen al manifiesto reinvidicativo con el que culminó la multitudinaria manifestación celebrada ayer por las calles de Guardo para reclamar a las administraciones que doten a este municipio de una UVI móvil y un hospital comarcal.
Centenares de personas de toda la comarca -más de cinco mil, según los organizadores- acudieron a la llamada de alcaldes, partidos políticos, centrales sindicales y organizaciones ciudadanas para reunirse en una manifestación pacífica en la que volvieron a exigir con fuerza ambas infraestructuras sanitarias para que la distancia geográfica de 100 kilómetros con la capital no deje a los vecinos del norte abandonados a su suerte cuando se ponen enfermos.
Una gran pancarta abría la manifestación con el lema ‘Por unos servicios mínimos y una UVI. Hospital para Guardo ya’, tras la que se agruparon alcaldes de la comarca, representantes de los partidos políticos y dirigentes sindicales y vecinales.
Pero la palabra que más se escuchó fue la de justicia. «De justicia es que no sigamos pariendo a nuestros hijos, sufriendo nuestras heridas y viendo morir a los nuestros camino de hospitales demasiados lejanos», se decía en el manifiesto que los asistentes escucharon y aplaudieron para reafirmarse aún más en las demandas. «Y de justicia es que en una comarca tan necesitada del apoyo institucional, y tan carente históricamente del mismo, se vea de una vez recompensada y favorecida con una inversión a todas luces imprescindible para mantener, no sólo la poca confianza que nos queda en nuestros políticos, sino la ilusión por seguir habitando en estos pagos, una ilusión que necesita calor y fuego para mantenerse encendida», se recordaba también en el manifiesto, que despertó clamores y aplausos.