Comarca

Un pueblo consternado

JOSE CARLOS DIEZ / CERVERA

Tras el accidente aéreo ocurrido ayer en la localidad norteña de Cervera de Pisuerga, en el que dos madrileños de 42 y 59 años perdieron la vida tras caer su avioneta y estrellarse contra el suelo durante la maniobra de despegue, el lugar se convirtió en un hervidero de medios de comunicación de toda Castilla y León desplazados allí para conocer lo ocurrido. A medida que la información iba conociéndose, vecinos de las localidades cercanas se acercaban hasta el lugar de los hechos -el páramo de Resoba, como lo conocen los lugareños-, incrédulos de que una avioneta se hubiese estrellado en el lugar.

Cuando se enteraron, además, de que uno de los fallecidos era oriundo de la localidad vecina de Ruesga, la tristeza se apoderaba de los curiosos que se acercaban hasta el lugar.

Afectado también se encontraba el director del Parador Nacional de Fuentes Carrionas, situado a escasos metros del lugar del suceso, amigo de las víctimas, que minutos antes del accidente había estado bromeando, según sus palabras, con los fallecidos, en el complejo hotelero y que no quiso atender las preguntas de los periodistas, según comentó, por no hallarse en condiciones.

La tristeza también llegaba, a través de los rostros de los familiares, hasta el tanatorio de la localidad de Cervera de Pisuerga, encargado de recoger los cuerpos de los dos hombres y de tramitar el traslado de los cuerpos hasta Madrid, donde serán enterrados.

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