Guardo

UGT cree un error que la Junta se reúna con Celanese sin los empleados

Dirigentes sindicales y trabajadores de Castileón, en la reunión

Carlos Mesa cree que el proceso concursal en Proinserga reducirá los empleos en las granjas de Castileón

JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO

El secretario comarcal de UGT de Guardo, Carlos Mesa, asegura que la central sindical ugetista no comparte algunos de los pasos que se están dando en los conflictos laborales de Castileón y Celanese, cuya situación y perspectivas está llenando de alarma y pesimismo a toda la comarca.

Mesa rechaza también la forma en que la multinacional Celanese ha decidido el cierre de la fábrica de Guardo. Respecto al problema de Celanese, «ya que ni siguiera ha remitido el balance de cuentas a los trabajadores», recuerda el dirigente sindical, que tampoco se muestra de acuerdo con la actuación de la Junta. «El Gobierno regional no puede hablar en los conflictos laborales, sino que solamente tiene que coordinar las acciones para que no se pierdan puestos de trabajo. Celanese y la Junta se han reunido sin la presencia de los trabajadores y de los sindicatos. No queremos que nadie nos cuente las negociaciones, queremos que nos convoquen», proclama.

El secretario comarcal de UGT, que ayer convocó una reunión con delegados sindicales y trabajadores de las dos empresas en crisis para abordar la situación, insistió en que la Junta debe conceder ayudas a Celanese para que se mantenga abierta en Guardo y para modernizar la fábrica, «ya que es lamentable que todavía no exista en Guardo ningún proyecto financiado por la institución autonómica», recalcó. «Hay que evitar que la Junta y la empresa se vuelvan a reunir sin nosotros.

Además, están volviendo locos a los trabajadores, ya que le están haciendo viajar hasta Tarragona, mientras que nosotros reclamamos que las reuniones se celebren en Castilla y León, donde está el problema. Los directivos de Celanese son unos irresponsables, ya que vienen a la comunidad a hablar con la Junta y no se acercan por la factoría a hablar con sus trabajadores», añadió también el dirigente sindical.

Igual de contrariado se muestra Mesa por los métodos para intentar resolver el problema de Castileón, derivado de la crisis económica de su propietaria, la empresa segoviana Proinserga. A esta crisis se une también la incertidumbre que ha generado la sentencia que ordena el cierre cautelar de las dos granjas de Guardo por los vertidos de los purines. «Los purines se controlan ahora por un radar y con unos registros que se envían a la Junta con los metros cúbicos vertidos en el terreno, un control muy superior al que existía con la anterior propietaria», recuerda Mesa, que espera que las granjas se mantengan abiertas.

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