Guardo

VÍCTOR RUIZ MACHO AÑO Y MEDIO EN CELANESE

Víctor Ruiz Macho, en su casa de Guardo.

«Habrá que emigrar a Tarragona»

Víctor Ruiz, de 26 años, lleva año y medio ilusionado con lo que él creía un trabajo para toda la vida, ya que como el resto de la plantilla está convencido de que la planta de Celanese es rentable, por lo que no entiende el anuncio de cierre.

-¿Cómo recibió el anuncio del cierre de la fábrica?

-Me avisaron con el resto de los trabajadores para acudir a una reunión y nos comunicaron la decisión de la empresa. Nadie lo esperaba.

-¿Qué hará si finalmente se cumplen los pronósticos?

-No lo sé. Nadie queremos irnos de Guardo, porque nuestras vidas están aquí. No nos queremos plantear un traslado a Tarragona, porque todavía debemos tener esperanzas.

-¿De qué esperanza habla?

-De la única salida que nos quedan para que no se cierre: que la compre otra empresa.

-¿Qué ha cambiado en su vida desde el anuncio de cierre?

-Aunque seguimos realizando nuestro trabajo, no lo hacemos con el mismo entusiasmo, sino más bien desanimados. De vez en cuando alguien dice «vamos a tirar hacia delante, a ver si no nos cierran», y nace un poco la ilusión.

-¿Tiene pérdidas esta fábrica?

-En absoluto. No hay más que ver el almacén, que está siempre vacío. Todo lo que fabricamos se vende.

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