Fuego junto a la fuente de la Reana
Velilla del río Carrión acoge un mercado medieval con productos y oficios artesanos junto con exhibiciones de actores que sorprenden y divierten a los vecinos
JOSE CARLOS DIEZ / VELILLA
Velilla del Río Carrión acogió ayer un mercado medieval ubicado en el entorno inigualable del parque de la Reana, en torno a las Fuentes Tamáricas, en el que se dieron cita todos los oficios propios de la Edad Media, como la orfebrería, zapatería y panadería.
Más de una veintena de puestos de exhibición y venta ofrecieron a los vecinos y visitantes la posibilidad de ver y de comprar productos artesanos. El mercado medieval fue inaugurado por el alcalde de Velilla, Gonzalo Pérez, que estuvo acompañado de varios regidores de municipios de la zona, como Juan Jesús Blanco, de Guardo; Julián Gutiérrez, de Santibáñez de la Peña; Urbano Alonso, de Cervera de Pisuerga, y Vidal Fernández, de Fresno del Río.
El buen tiempo acompañó durante toda la jornada el trabajo de los maestros artesanos y las visitas de los curiosos, con lo que se consiguió un auténtico ambiente de fiesta, ya que la celebración de San Juan supone una tradición en Velilla, aunque las fiestas mayores sean en el mes de agosto, cuando se honra a la Virgen de Areños. Actores, músicos y malabaristas recorrieron los puestos durante toda la jornada.
Por la mañana, el mercado medieval estuvo amenizado con música ambiente y animado por los propios artesanos. Por la tarde, se celebró una exhibición de perros pastores, que también estuvo muy concurrida, mientras que para los más pequeños estaba previsto un taller de confección de disfraces infantiles. La tarde también estuvo repleta de teatro, con dos actuaciones: la primera, ‘Romances de ciego’, por la compañía Bárbaro Teatro, y la segunda función, ‘Los secretos del querer’, por la compañía Aldagón, se trasladó después al Hogar del Pensionista.
La jornada también deparó otras invitaciones a la fiesta, ya que por la noche se había programado un pasacalles desde la Plaza hasta la Reana, para concluir con una degustación de torreznos y de chocolate para hacer tiempo hasta la celebración de la esperada hoguera de San Juan.