El nuevo helipuerto ha perdido parte de la pintura antes de ser estrenado
JOSE CARLOS DIEZ / GUARDO
El hecho de que Guardo diste cien kilómetros del hospital más próximo hacía necesaria la construcción de un helipuerto para proporcionar un lugar de aterrizaje a los helicópteros del Sacyl que acuden hasta la localidad para atender las urgencias más inmediatas.
El Ayuntamiento cedió a la Gerencia de Salud el solar denominado Balsa, en el camino de la Renta, de 3.000 metros cuadrados. Lo que parecía que iba a ser el mejor helipuerto comarcal de transporte sanitario aéreo, según han manifestado los dirigentes de las instituciones públicas, ha envejecido antes de ser estrenado, ya que tras su inauguración, el pasado 19 de marzo, al mismo tiempo que inició su andadura el nuevo centro de salud guardense, el helipuerto no ha dejado de perder la pintura de la plataforma de aterrizaje.
Aunque desde la fecha de su inauguración no se ha producido más que una nevada y las condiciones meteorológicas no han sido muy adversas, es un hecho que la pintura del helipuerto no está sobre el hormigón que hace de base, sino que ha volado con el viento de los pasados días hacia el río y los paseos aledaños, motivo de protesta de las personas que paseaban alrededor, que han llevado a sus casas la ropa llena de pequeños trozos de pintura y resinas especiales utilizadas, desprendidos del helipuerto.
Cabe destacar que, hasta el momento y, por suerte, el helipuerto de Guardo no ha tenido que ser utilizado en ninguna situación de emergencia.